El exjefe de seguridad del Estado y antiguo viceministro del Interior de Nicaragua, Reinaldo Gregorio Lenín Cerna Juárez, fue sancionado el lunes, 24 de octubre, por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por ser «un confidente cercano» al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Según el Gobierno estadounidense, las sanciones en su contra se deben a que el fiel a Ortega «estuvo involucrado en numerosos incidentes de violencia, asesinatos y torturas y admitió estar asociado con grupos terroristas conocidos». Cerna se unió a las filas del FSLN desde los 70 y durante sus años de combate garantizó que sus hombres y él seguirían con el partido sandinista «hasta el final».
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El dirigente sandinista de más de 70 años, combatió durante 14 años en la clandestinidad y cumplió siete años de cárcel durante la dictadura de Anastasio Somoza. Compartió celda con Ortega y perteneció a las estructuras del Ministerio del Interior y dirigió la Seguridad del Estado en los años 80 durante el primer mandato del régimen.
En las estructuras del Frente Sandinista es conocido como «el jefe». Encabezó dos operaciones de Inteligencia, una en octubre de 1979, donde un grupo ejecutó en Tegucigalpa al exguardia nacional Pablo Salazar, conocido en la insurrección como comandante Bravo y en septiembre de 1980, otro grupo mató a Anastasio Somoza Debayle en las calles de Paraguay.
En el primer caso, Lenín Cerna, entonces cónsul de Nicaragua en Honduras, proporcionó al grupo ejecutor en la oficina del Consulado una subametralladora, una pistola con silenciador y cuatro granadas, según el testimonio del argentino Jorge Massetti, exagente cubano. En el segundo caso, participó en la planificación de la operación que terminó con la vida del exdictador nicaragüense.
Cerna ha sido señalado de dirigir desde hace varios años las torturas a opositores y campesinos en las celdas de la Seguridad del Estado Sandinista donde centenares de nicaragüenses guardan prisión. Sus adversarios lo han descrito como un hombre que inspira temor por su capacidad de intimidación que le ha dado mucho poder dentro del partido.
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La administración de Joe Biden destacó que todas estas acciones de Cerna lo mantienen como uno de los más fieles a Ortega. Estados Unidos detalla que el objetivo final de las sanciones «no es castigar, sino provocar un cambio positivo en el comportamiento» de los funcionarios del régimen y principalmente en la pareja presidencial.
«Es la más reciente y quizás la más agresiva medida de Estados Unidos para castigar al exlíder guerrillero sandinista por sus continuos ataques contra la democracia y los derechos humanos en el país centroamericano y por su cooperación en materia de seguridad con Rusia», señaló este lunes la agencia de noticias Associated Press (AP).