El profesor universitario y exreo político Ricardo Baltodano tuvo que exiliarse en Costa Rica para poder salvar su vida y no ser nuevamente secuestrado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En entrevista con Artículo 66, el docente de 62 años dijo que su decisión de exiliarse se dio luego de las recientes detenciones de integrantes y familiares de la Unión Democrática Renovadora (Unamos).
Noticia relacionada: Ricardo Baltodano denuncia 165 acciones de asedio policial en su contra
«Luego de la detención de los 11 miembros de Unamos, que ya fueron acusados, había una advertencia que también sería detenido. Tuve que esconderme el 100 por ciento, ni a la calle asomaba la cabeza por temor a ser detenido», relató el también integrante de Unamos.
Afirmó además que «tuve que sortear—a la Policía— hasta donde pude, hice lo posible para no exiliarme, pero ya no se podía hacer casi nada teniendo encima a la Policía, porque corría el riesgo de ser secuestrado nuevamente y esta vez en situaciones que ponía en riesgo mi vida y me pasaría igual que a los opositores que están en El Chipote».
El 16 de septiembre por la tarde, el exreo de conciencia salió hacia Costa Rica de forma irregular. «Tuve que saltar un muro de zinc de casi dos metros de altura (…) Fue una gran dificultad cruzar pero tuve que hacerlo», manifestó.
Baltodano señaló que además de él, al menos otros 15 miembros de Unamos también se exiliaron tras la cacería desatada por el régimen orteguista. «La salida de los otros miembros paró la cacería porque tomamos la decisión de salir cada uno por su lado».
Noticia relacionada: 200 días de «casa por cárcel» cumple el profesor Ricardo Baltodano
«El golpe a Unamos fue fuerte en cuanto a su liderazgo más visible y posiblemente el de más trayectoria, era gente que tenía muchos años de ser parte e la organización, es por eso que salí para darle tranquilidad a mi familia», dijo.
Desde octubre del 2019 —luego que fue excarcelado— hasta enero de 2022, el exreo de conciencia contabilizó 302 «visitas directamente de fuerza policiales».
El profesor concluyó asegurando que pese a estar exiliado sigue trabajando con el Grupo de Reflexión de Excarcelados (Grex) y demandando la libertad de Nicaragua y de todos los presos políticos.