Organizaciones defensoras derechos humanos denuncian que los presos políticos cumplen casi dos meses sin visitas de parte de sus familiares que demandan se les permita constatar el estado en el que se encuentran sus parientes.
«Las personas privadas de libertad por motivos políticos esperan una visita de sus familias. Desde hace 55 días el régimen no permite que se vean. Exigimos que se les permitan visitas regulares y respeto a sus derechos humanos», denunció por medio de redes sociales la organización internacional Raza e Igualdad.
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Esta situación mantiene preocupados y bajo alarma a los parientes de los presos políticos que han demandado, en reiteradas ocasiones, que las autoridades policiales del centro preventivo elaboren un calendario regular de visitas cada 21 días, a como lo tienen los rehenes de conciencia en el Sistema Penitenciario Nacional (SPN) de Tipitapa.
La última visita que recibieron los presos políticos encerrados en «El Chipote» fue a finales de agosto y tras la denuncia de la reducción de la alimentación el régimen los exhibió ante los medios de propaganda. Esa fue la única ocasión que han podido verlos en más de un mes y medio.
Sus familiares se encuentran mayormente preocupados por su la salud y el estado físico de cuatro de los opositores que permanecen en huelga de hambre. Irving Larios y Dora María Téllez demandan que acabe el régimen de incomunicación, que les permitan material de lectura y la atención médica para los enfermos.
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Otra de las preocupaciones es la situación en la que se encuentran los reos de consciencia tras el paso del huracán Julia por Nicaragua, ya que algunas celdas se inundan como la de Ana Margarita Vijil. Otros recintos presentan humedad en las paredes que han ocasionado varias enfermedades respiratorias y en la piel de sus familiares.
Los 27 presos políticos detenidos en el contexto electoral, que están en «El Chipote», son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, según han denunciado sus familiares y organismos de derechos humanos.