El cronista deportivo y preso político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Miguel Mendoza, no ha visto a su hija Alejandra, de ocho años, desde hace 484 días, 32 de los cuales ha estado en huelga de hambre. Esta forma de protesta la inició para exigir al régimen de Nicaragua que acabe la incomunicación forzada que le han impuesto a él y a su pequeña que vio por última vez el 21 de junio de 2021, minutos antes de ser arrestado en su vivienda en Managua.
Durante todo el tiempo de cautiverio Alejandra ha grabado diversos mensajes en video, dibujos y textos para que la dictadura de Ortega y Murillo la dejen reencontrarse con su padre preso, pero la pareja dictatorial se ha mostrado insensible al clamor de la niña que solo pide ver a su papá.
La campaña Nicas Libres Ya alertó en su cuenta de Facebook que Miguel Mendoza «lleva 32 días en huelga de hambre para exigir que el régimen Ortega-Murillo le permita ver a su hija, con quien no tiene contacto desde hace 484 días» y compartió un perfil del cronista deportivo sobre su caso.
Miguel Mendoza ha perdido más de 30 libras de peso en prisión y cuando fue presentado en los juzgados de Managua se notó delgado. Sus familiares denunciaron que padece varias enfermedades que no son atendidas por un médico.
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El periodista y crítico del gobierno de Daniel Ortega fue declarado culpable por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas. Las «pruebas» fueron las publicaciones en su cuenta de Twitter. Lo condenaron a nueve años de cárcel.
«¡La salud y vida de las personas presas políticas está en riesgo!», alertaron los familiares en una declaración pública emitida este lunes, 17 de octubre. Además, afirman que si insisten en preguntar sobre cuándo podrán ver a los opositores, las autoridades de la DAJ «nos amenazan con no recibir el agua».
Los 27 presos políticos detenidos en el contexto electoral, que están en «El Chipote», son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, según han denunciado sus familiares y organismos de derechos humanos. Hace 55 días fue la última vez que sus familiares los vieron, temen por su estado físico y de salud. El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas actualizó la cifra de rehenes de conciencia a 219 a septiembre de 2022. La mayoría han sido acusados de delitos de traición a la patria bajo un grupo de leyes represivas creadas para perseguir a la oposición.