El comentarista político Jaime Arellano y el aspirante presidencial Noel Vidaurre cumplen 450 días de arresto domiciliar. El 24 de julio de 2021 fueron detenidos por la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega.
La jueza Décimo Tercero Distrito Penal de Juicios de Managua, Ulisa Yahoska Tapia Silva, los declaró culpables y los condenó a 13 y nueve años respectivamente, por el supuesto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.
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Se desconoce la condición física de Noel Vidaurre, sin embargo, en el caso Jaime Arellano, fuentes han informado que la salud de este ha empeorado debido a la falta de atención médica adecuada.
Actualmente. Arellano —según fuentes de Auxilio Judicial— está en cama, con problemas neurológicos. Pese a su condición crítica, la dictadura ha prohibido que sea visitado por un especialista privado.

La Policía ha rechazado la petición de que llegue un médico a evaluar al preso político. «Jaime —Arellano— no puede caminar, está en cama, si se levanta se cae», revelaron a Artículo 66.
Tras más de un año de encierro arbitrario, el opositor ha perdido más de 100 libras. Personas cercanas a la familia temen que de seguir deteriorándose la salud de Arellano pueda morir en cualquier momento.
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Cero visitas de sus familiares
Desde su detención, Jaime Arellano no tiene contacto con sus familiares ni mucho menos visitas de amistades. Una fuente señaló que no puede salir de su cuarto ni hacer llamadas.
Otras fuentes de Auxilio Judicial han señalado que la única persona que puede atender a Arellano es su esposa, bajo estrictas medidas de seguridad. «Él —Jaime Arellano— no tiene visita, no sale a la sala . Él no ha visto el sol en 450 días», señalaron.

Hace un mes, el reo de conciencia presentó fuerte dolor en la cabeza. «Se le puso el ojo llenó de sangre y desde entonces no ha recuperado el balance», por lo que se cree que pudo haber tenido «algún tipo» de derrame, describieron.
Pese a la situación que vive Arellano, dos oficiales se mantienen dentro de la sala de su casa y otros cuatro en el patio. Hasta la fecha, la dictadura de Ortega tiene encerados a más de 200 presos políticos, acusados de traición a la patria o por supuestos delitos comunes.