El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha incrementado el asedio e intimidación contra sacerdotes católicos en Nicaragua, así lo dieron a conocer fuentes en condición de anonimato.
Desde que inició la «cacería» contra religiosos, que ha llevado al encarcelamiento de al menos 11religiosos, incluyendo a monseñor Rolando Álvarez, la vigilancia a iglesias ha incrementado a tal punto «que paramilitares e integrantes del Consejo del Poder Ciudadano (CPC) llegan a misa y graban las homilías para después tener motivos de secuestrar a los sacerdotes», reveló una fuente cercana a una parroquia San Miguel Arcángel de Masaya.
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Denuncian que el mecanismo implementado se basa en «visitas» que realizan simpatizantes sandinistas a religiosos que desde el 2018 han sido fuertes críticos de la política de gobierno del dictador Daniel Ortega, los que ahora se han visto obligados a guardar silencio por miedo a represalias o encarcelamientos arbitrarios.
«Un padre de Boaco está siendo visitado por grupos sandinistas y lo tienen intimidado con el objetivo de mantenerlo callado. El padre era muy crítico y confortativo, denunciaba las injusticias del Estado», señaló una fuente cercana a la Iglesia católica.

Entre las acciones represivas más visibles contra sacerdotes críticos al régimen de Ortega es el constante asedio contra el padre Pedro Méndez, párroco de la Iglesia Santa María Magdalena en Masaya. El 17 de julio de este año, el sancionado comisionado Juan Valle Valle, director de la estación policial de esa ciudad, lo llegó a amenazarlo, mientras realizaba una homilía y recordaba la represión de 2018.
Según la fuente consultada en condición de anonimato, «una vez que culminó la homilía del padre, el comisionado (Juan) Valle Valle entró a la iglesia y le advirtió que «anduviera con cuidado, porque pronto iba a caer al igual que otros sacerdotes».
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«El oficial también dijo que después de sacar al padre Harving —Padilla— de la iglesia San Juan, ahora voy a ir a sacar a ese otro padre hijo de la gran puta de Monimbó», sostuvo la fuente.
Subida de San Miguel asediada por antimotines
Además de la arremetida contra sacerdotes, la dictadura de Ortega ha impedido que se realicen procesiones, por lo cual las actividades se redujeron a lo interno del templo y vigiladas por antimotines.
La tarde del domingo, 16 de octubre, decenas de antimotines asediaron la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya cuando la feligresía celebraba la tradicional subida del copatrono de esa ciudad.
«El comisionado Juan Valle Valle dirige el operativo, no están dejando pasar a más gente. La Policía tiene cercada todas las principales calles que conducen al templo», citó una fuente cercana a la iglesia.
Una de las últimas detenciones arbitrarias contra sacerdotes fue la del 13 de octubre, cuando agentes policiales asaltaron la casa del padre Enrique Martínez Gamboa, párroco de la Iglesia Santa Martha, de la Arquidiócesis de Managua.
Se ha conocido que el religioso fue golpeado y trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote» en Managua. Hasta la fecha el gobierno de Nicaragua mantiene su represión contra la Iglesia católica, condenado a dos religiosos por supuestos delitos comunes y mantiene tras las rejas a otros 11.