Han pasado 46 días desde la última vez que los presos políticos detenidos en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Chipote», fueron visitados por sus familiares. El régimen de incomunicación y tortura persiste contra sus parientes y loe rehenes de conciencia, demandan que se haga un calendario de visitas a como lo tienen los presos políticos que están detenidos en el Sistema Penitenciario Nacional (SPN), conocido como «La Modelo», de encuentros cada tres semanas o 21 días.
Los familiares de los presos políticos continúan demandando que sean liberados incondicionalmente porque los consideran inocentes. Olama Hurtado Chamorro, familiar de Juan Sebastián Chamorro y Juan Lorenzo Holmann Chamorro, explicó a Artículo 66 que tras la desaparición forzada de 90 días de sus parientes, cuando fueron capturados en 2021, la dictadura permite las visitas cada 30 o 40 días, pero ahora el tiempo ha sido mayor y temen que el régimen esté ocultando alguna situación de los presos políticos.
En el Sistema Penitenciario la normativa de visitas es cada 21 días donde tienen derecho a que sus familiares los visiten y también los niños, pero no es el caso que pasa en «El Chipote». «Llevamos 46 días desde la última visita, no hemos tenido ningún tipo de noticias que vayamos a tener visita pronto.Todos los días los familiares que van a dejar agua por la mañana siempre están presionando cuándo es la visita, pero no nos saben dar ningún tipo de respuesta», expresó Hurtado.
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Por su parte, Margine Pozo, esposa del periodista y cronista deportivo, Miguel Mendoza, aseguró a Artículo 66 que como familia están angustiados por su seguridad y salud. «La última vez que logramos verlo fue el pasado 27 de agosto. Desconocemos cómo se encuentra en estos momentos. Un paciente crónico cómo él no puede estar sin ingerir alimentos sólidos. La huelga de hambre pone en riesgo su vida», aseveró. Además, demandó que Alejandra, la hija de ocho años de Mendoza, pueda ver a su papá que lleva 23 días en esa acción de resistencia pacífica.
«Nuestras demandas, además que se liberen a nuestros presos políticos de manera inmediata, pero hasta que eso no suceda hemos demandado que cese la incomunicación a las que lo someten, que eso también conlleva a una tortura que va en contra de las reglas Mandela que también hemos puesto sobre la mesa», manifestó Hurtado.

Braulio Abarca, miembro del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, indicó que este régimen de incomunicación contra los presos políticos detenidos en «El Chipote» es violatorio de las Reglas Mandela, de la Ley del Régimen Penitenciario y de las Normas Bangkok sobre personas privadas de libertad.
«El Estado de Nicaragua está irrespetando todas estas leyes mencionadas. Condenamos este accionar que lamentablemente lacera los derechos humanos, tanto de las personas presas políticas como de sus familiares, principalmente de los niños, niñas y adolescentes que han sido impedidos de ver a sus familiares», subrayó el defensor de derechos consultado por este medio de comunicación.
Tras el paso del huracán Julia, Hurtado expresó que han surgido inquietudes porque algunas celdas donde se encuentran los presos políticos se inundan como el caso de Ana Margarita Vijil. Otros recintos presentan humedad en las paredes que han ocasionado varias enfermedades respiratorias y en la piel de nuestros familiares. Tampoco hemos podido constatar cómo está su estado de salud tras este huracán y cuáles son sus condiciones en sus celdas.