El embajador de los Estados Unidos en Managua, Kevin K. Sullivan, se solidarizó con el pueblo nicaragüense por los estragos causados por el huracán Julia, tras su ingreso la madrugada del domingo, nueve de julio, afectando principalmente la Costa Caribe.
«Mis oraciones están con los nicaragüenses hoy tras el paso del huracán Julia por el país», expresó este lunes el diplomático, a través de su cuenta oficial de Twitter.
Agregó que el Gobierno de Joe Biden está evaluando «cómo mejor colaborar con los esfuerzos para ayudar a los afectados», que según datos preliminares las cifras ascendían a 1,500 familias.
Tras su paso, el huracán Julia, degradado a tormenta tropical, causó destrucción al impactar la Costa Caribe de Nicaragua la madrugada de ayer domingo, en categoría 1 en la escala Saffir-Simpson. Hasta el momento el gobierno de Daniel Ortega no registra víctimas.
Los vientos de 140 kilómetros por hora desprendieron techos de viviendas, tumbaron árboles, reventaron cables eléctricos y dejaron sin energía eléctrica algunas zonas costeras, mientras que las lluvias causaron inundaciones en algunos sectores, informaron las autoridades locales.
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Julia, que impactó cerca de Laguna de Perlas a la 01.15 hora local (07.15 GMT), no se degradó inmediatamente después de ingresar a tierra, tal como esperaba el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), a pesar de que sus vientos máximos sostenidos bajaron a 140 kilómetros por hora.
Por su parte, la vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, en su acostumbrada alocución del mediodía, a través de sus medios de propaganda, usó su misma retórica partidaria al decir que las víctimas del huracán están «bendecidos, prosperados y en victorias», porque según ella se logró salir adelante tras el paso del fenómeno natural.

«Logramos salir adelante defendiendo la vida, logramos salir adelante haciendo valer la vida desde todos los aprendizajes todas nuestras prácticas de defensa de la vida en lo cotidiano, en el día a día», se ufanó la primera dama, sin mencionar las 1,500 familias afectadas.
Además afirmó que «gracias a Dios salimos bien (…) Lo material se repone, gracias a Dios sabemos y hemos interiorizado que lo material se puede reponer y lo más valioso que hay que resguardar es la vida y en cada hogar y en cada familia cuidarnos para no lamentar tragedias».