Luego que el miércoles, 28 de septiembre, el gobierno de Nicaragua declaró «persona non grata» a la embajadora de la Unión Europea (UE), Bettina Muscheidt, y ordenara su expulsión del país a más tardar el sábado, primero de octubre, la UE, se pronunció por primera vez ante la decisión del régimen de Ortega.
«La UE lamenta profundamente y rechaza esta decisión injustificada y unilateral», expresó el Servicio Diplomático a través de una nota de prensa con fecha de este domingo, dos de octubre.
Noticia relacionada: Ortega ordena expulsión de la embajadora de la Unión Europea
A su vez, «lamentó profundamente la desproporcionada e injustificada decisión unilateral tomada el viernes —30 de septiembre— por el gobierno de Nicaragua de cortar los lazos diplomáticos con el reino de los Países Bajos y expresa su apoyo incondicional al gobierno holandés».
La Unión Europea advirtió que las «acciones hostiles e injustificadas» por parte de la dictadura Ortega y Murillo, «no solo afectarán las relaciones bilaterales entre Nicaragua y la UE y sus Estados miembros, sino que también conducirán a un mayor aislamiento internacional de Nicaragua».
Además hizo hincapié que «en este contexto, la UE está considerando el camino apropiado a seguir y responderá de manera firme y proporcionada», ante las acciones tomadas por el dictador Daniel Ortega.
Por otra parte, la UE insistió en que la actual crisis política en Nicaragua «debe resolverse a través de un diálogo genuino entre el gobierno y la oposición».
Noticia relacionada: Ortega se juega cooperación y Acuerdo de Asociación al expulsar a embajadora de la Unión Europea
«La UE reafirma su continuo compromiso con el pueblo nicaragüense y con la defensa de la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos». Remarcó además que «permanece abierta al diálogo con Nicaragua, siempre que este diálogo se lleve a cabo de manera respetuosa».
La embajadora europea Bettina Muscheidt llegó a Nicaragua en septiembre de 2021, hace apenas un año, en sustitución de Pelayo Castro. En su discurso de bienvenida dijo que dentro de sus funciones está la «responsabilidad principal de continuar con la promoción y defensa de los valores y principios que guían el actuar de la Unión Europea y sus Estados Miembros, dentro y fuera de sus fronteras: respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos».
Durante la misión de su antecesor, la UE y algunos países de Europa sancionaron a familiares y allegados de Ortega, entre ellos su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y varios de sus hijos, bajo señalamientos de atentar contra los derechos humanos y la democracia.
Durante el aniversario de la Policía de Nicaragua, Daniel Ortega despotricó contra Estados Unidos, Holanda —con quien rompió relaciones diplomáticas— y contra la Unión Europea, a quienes ha llamado «intervencionistas».