A través del viceprimer ministro de los Países Bajos, Wopke Hoekstra, Holanda lamentó la «decisión desproporcionada» del régimen Nicaragua de romper relaciones diplomáticas.
Las reacciones del gobierno holandés se dan después de la confirmación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua del rompimiento inmediato de las relaciones diplomáticas con ese país por su reiterada posición «injerencista, intervencionista y neocolonialista».
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Antes de la decisión del gobierno nicaragüense, el dictador Daniel Ortega, lanzó —durante su discurso por el desfile de la Policía—insultos contra Países Bajos. «No queremos relaciones con ese gobierno intervencionista».
Ante la decisión de Ortega, Holanda defendió su postura para con el pueblo nicaragüenses, afirmando que «tomamos una posición firme sobre el deterioro de las estructuras democráticas y las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua».
Hoekstra, señaló que «una discusión crítica siempre es mejor que terminar una relación», en referencia a la decisión de Ortega y Murillo de romper relaciones diplomáticas con Países Bajos.
A la vez indicó que al igual que Holanda, «otros países también han notado dificultades para mantener un diálogo abierto con Nicaragua» e informó que se discutirá «nuestros próximos pasos con la UE (Unió Europea).
McFields: «Nuevo récord para Ortega»
Por su parte, el embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA ), Arturo McFields, calificó como «nuevo récord» las acciones de Ortega contra Estados Unidos y ahora con Holanda.
«En una semana Ortega expulsa a la embajadora de Unión Europea, rompe relaciones con Holanda y da portazo en la cara a Embajador de USA. Destierra a un científico y a una líder indígena. Lanza insultos racistas, vulgares y blasfemos», expresó el opositor a través de su cuenta de Twitter.
Con las nuevas acciones de la dictadura que lo está aislando cada vez más, McFields hizo hincapié en que «Nicaragua no tiene presidente», relación a las decisiones tomadas por Daniel Ortega.
Ortega y su discurso contra Holanda
Más temprano, durante el desfile del 43 aniversario de la Policía, Ortega aseguró que la embajadora de ese país, Marie-Chrístine Théodore Thérése Pirenne, concurrente desde Costa Rica, durante una visita al canciller Moncada, brindó un discurso «atropellante para la dignidad de Nicaragua».
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El mandatario nicaragüense contó que su canciller, Denis Moncada, recibió el jueves pasado a la embajadora del Reino de los Países Bajos. «¿Qué fue lo que escuchó —el canciller Moncada—?. La embajadora venía a hablarle a los nicaragüenses como que Nicaragua era una colonia holandesa de aquellas que siguen teniendo en algunas regiones y las que tenían y se multiplicaban en la época que se multiplicaron las colonias en los países europeos».
Asimismo, Ortega recordó que en 2018 Holanda suspendió la construcción de un hospital en la ciudad de Bilwi, en el Caribe norte de Nicaragua, valorado en 21,5 millones de dólares, con lo que, a su juicio, demostró «su miseria humana».
El Gobierno del Reino de los Países Bajos suspendió la cooperación para la construcción de ese hospital en Nicaragua, debido a «las graves violaciones de derechos humanos cometidos por oficiales del Gobierno y grupos parapoliciales» en el marco de unas manifestaciones antigubernamentales.
En menos de 48 horas, Daniel Ortega ha arremetido fuertemente contra la comunidad internacional, la iglesia católica y organismo de derechos humanos, defendiendo, lo que según él llama, «la soberanía e independencia de Nicaragua», que no es más —según críticos— la molestia porque se le exige el cese de la represión en el país.