Un envalentonado Daniel Ortega reafirmó este viernes, durante un acto de la Policía, el rechazo al nombramiento de Hugo Rodríguez como embajador de Washington en Managua, horas después de que el Senado de ese país lo ratificara en el cargo. El mandatario sandinista dejó clara su postura de no permitir el ingreso del diplomático norteamericano, a quien señala de haber insultado e irrespetado al país.
“Nosotros le dimos el visto bueno cuando llegó la solicitud de plácet, luego el candidato a embajador (de EE.UU.) para Nicaragua se presentó ante el Senado y ¿qué hizo en el Senado?, insultar, irrespetar y hablar como si venía de nuevo William Walker a Nicaragua, a apoderarse de Nicaragua”, dijo Ortega en el desfile de la Policía en conmemoración al 43 aniversario de fundación.
Acto seguido, el mandatario sandinista arremetió contra los Senadores de los Estados Unidos, y señaló que a través del Congreso se han avalado todas las intervenciones hechas por el “imperialismo yanqui”. “Es decir, ellos ahí se sienten como dueños del mundo y que pueden comerse a los pueblos”, dijo Ortega.
Más temprano, a través de un comunicado, la Cancillería nicaragüense argumentó su decisión en que Rodríguez es un “injerencista insigne, irrespetuoso y nada diplomático funcionario, acreditado ofensivamente como representante de ese Gobierno en nuestra bendita, soberana y libre Nicaragua”.
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El 28 de julio pasado, la dictadura Ortega-Murillo retiró el beneplácito que había concedido a Rodríguez como embajador de Estados Unidos en Nicaragua, tras su presentación ante el Senado estadounidense.
Durante la audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Rodríguez había respondido a una pregunta del senador republicano Marco Rubio sobre si Nicaragua cumple los requisitos para seguir formando parte del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés). El diplomático respondió que “apoyaría el uso de todas las herramientas económicas y diplomáticas para lograr un cambio de dirección en Nicaragua. Sacar a Nicaragua del DR-Cafta es una herramienta potencialmente muy poderosa y algo que tenemos que considerar seriamente”, dijo.
En el comunicado, la Cancillería nicaragüense reiteró “no solo el rechazo, sino nuestra posición inclaudicable de dignidad nacional que desconoce absolutamente el injerencismo y la actuación imperialista que merecen el repudio de pueblos honrosos y luchadores como el nuestro”.
“El señor Hugo Rodríguez, y lo decimos enfáticamente, no será bajo ninguna circunstancia admitido en Nicaragua y mucho menos como exponente de las peores formas de una ofensiva e irreverente modalidad de relaciones entre Estados, que contraviene, desde sus mismos inicios, la Convención de Viena”, sostuvo la Cancillería.
Ortega ataca a Holanda
Por otro lado, Ortega lanzó ataques contra Holanda y aseguró que no quiere mantener relaciones diplomáticas con gobiernos “intervencionistas”. Según el mandatario la embajadora de ese país, Marie-Chrístine Théodore Thérése Pirenne, concurrente desde Costa Rica, brindó un discurso atropellante para la dignidad de Nicaragua. Oficialmente no rompió los lazos.
Ortega contó que su canciller, Denis Moncada, recibió el jueves pasado a la embajadora del Reino de los Países Bajos. “¿Qué fue lo que escuchó (el canciller Moncada)?. La embajadora venía a hablarle a los nicaragüenses como que Nicaragua era una colonia holandesa de aquellas que siguen teniendo en algunas regiones y las que tenían y se multiplicaban en la época que se multiplicaron las colonias en los países europeos”.
Asimismo, Ortega recordó que en 2018 Holanda suspendió la construcción de un hospital en la ciudad de Bilwi, en el Caribe norte de Nicaragua, valorado en 21,5 millones de dólares, con lo que, a su juicio, demostró su “miseria humana”.
El Gobierno del Reino de los Países Bajos suspendió la cooperación para la construcción de ese hospital en Nicaragua, debido a “las graves violaciones de derechos humanos cometidos por oficiales del Gobierno y grupos parapoliciales” en el marco de unas manifestaciones antigubernamentales.
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El líder sandinista aseguró que le dijeron “a la señora embajadora y que le decimos a ese Gobierno: señores, aquí en esta tierra, en esta patria, se respeta nuestra bandera, la bandera azul y blanco que defendió nuestro general (Augusto C.) Sandino”, un héroe nacionalista.
“Y el que viene aquí a faltarle el respeto a nuestro pueblo, a nuestra patria, pues que no vuelva a aparecer por Nicaragua y no queremos relaciones con ese Gobierno intervencionista”, sentenció.
Ortega dijo que esos diplomáticos pueden “gritar lo que quieran” fuera de Nicaragua, “pero aquí, en esta tierra, no le permitimos que irrespeten a nuestro pueblo”.