La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) informó que fue notificada de una nueva ola de arrestos arbitrarios desatada por el régimen de Daniel Ortega contra los miembros de la agrupación política Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes Movimiento Renovador Sandinista (MRS), y contra los parientes de los opositores.
«Según información recibida, la persecución política se ha recrudecido en estos días. De nuevo es el turno de integrantes de UNAMOS y sus familiares, con al menos 10 personas detenidas y otras asediadas en diferentes departamentos» publicó el organismo este sábado, 17 de septiembre. La OACNUDH reiteró su llamado al régimen a cesar la persecución.
En la víspera, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) lanzó una alerta urgente sobre los secuestros contra los dirigentes opositores y sus familias. Indicó que se trata de un «nuevo patrón represivo» en contra de los disidentes sandinistas que, al momento, suma al menos diez detenciones.
Denunció que «a nivel nacional se ha desatado una estrategia de acoso, persecución, amenazas e incluso detenciones arbitrarias».
El nuevo patrón represivo consiste en tomar como rehenes a los familiares de los opositores a los que está criminalizando para capturarlos, «masificando la victimización y violándoles el derecho a la libertad individual, la integridad personal, física y psicológica, el derecho a la presunción de inocencia, entre otros», explicó.
Entre las víctimas se encuentra el opositor Javier Alberto Álvarez Zamora, quien desde el exilio denunció que el régimen detuvo a su hija Ana Carolina Álvarez, a su yerno, Félix Roiz, y a su esposa, Jeannine Horvilleur Cuadra, de 63 años, luego de que la Policía intentara capturarlo a él, la noche del 13 de septiembre.
«Este comportamiento delincuencial no tiene precedentes en la historia, no es característico de nunguna dictadura. Posee los ribetes de un secuestro donde el secuestrador se apodera de víctimas inocentes, las toma como rehenes para lograr capturar a la persona a quien quiere secuestrar. Lo que supera la gravedad delictiva del secuestro extorsivo que, según el Código Penal, es cuando se exige un rescate o cualquier utilidad monetaria», indicó la organización de derechos humanos.
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«En este caso, el régimen está exigiendo la vida, la integridad y seguridad de seres humanos inocentes», agregó.
En contraste con las detenciones arbitrarias llevadas a cabo a las puertas de las ilegítimas elecciones presidenciales de 2021, esta nueva arremetida pretende «aniquilarlos política y físicamente» porque el régimen ya garantizó su control total de los Gobiernos municipales y sabe que nada le impide ese objetivo, advirtió el Cenidh.
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Pidió a los organizaciones de la Sociedad Civil, de Derechos Humanos y que monitorean la crisis de Nicaragua desde el exterior a valorar y priorizar en su agenda esta situación, así como impulsar acciones urgentes. En especial, los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y la OACNUDH.
La Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes Movimiento Renovador Sandinista (MRS) tiene 27 años de existencia. Desde el segundo semestre del 2021, sus principales líderes están presos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, conocida como «El Nuevo Chipote».
La justicia de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene tras las rejas a varios dirigentes territoriales de UNAMOS, incluidas las líderes Suyén Barahona, Ana Margarita Vijil, Tamara Dávila y a la excomandante guerrillera Dora María Téllez; y bajo casa por cárcel al exguerrillero sandinista Víctor Hugo Tinoco, todos acusados y condenados por supuesta «traición a la patria».
La organización también sufrió la pérdida del general en retiro y preso político Hugo Torres, quien murió bajo la custodia policial, hecho que califican de crimen.