El cronista deportivo y preso políticos Miguel Mendoza cumple 443 días secuestrado en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocida como El Nuevo Chipote, centro calificado por opositores como de tortura.
La única vez que pudo ser visto el reo de conciencia fue el primero de septiembre, cuando la dictadura de Ortega lo exhibió en «una audiencia informativa» en los juzgados de Managua, divulgada a través de los medios de la propaganda gubernamental.
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A través del página de Facebook Miguel Mendoza, sus familiares recordaron los 30 años de su trayectoria en la crónica deportiva, lo que le «ha hecho merecedor de reconocimientos».
«Llegaste a muchos hogares nicaragüenses, a través de espacios deportivos transmitidos en televisión, radio y redes sociales. También escribiste para periódicos importantes en el país (…) Sos un profesional multifacético, íntegro y trabajador», expresaron.
Afirmaron con aplomo tener la confianza que el secuestrado político saldrá de «esas cuatro paredes, a cómo te mostraste este 01 de septiembre, con tu frente en alto».
Por su parte Margin Pozo, compañera de vida de Mendoza, dijo a Artículo 66 que fue difícil como «vimos a Miguel. Solo he tenido la oportunidad de verlo 10 veces en 15 meses, muy poco en comparación a las visitas que debería de recibir según el reglamento «carcelario».
«Las personas que no lo habían visto, seguramente se impactaron al ver cómo está de delgadito, una situación bien crítica, sobre todo porque nosotros siempre hemos denunciado de cómo se encuentra y la enfermedad crónicas que presenta, además de la falta de atención en ese lugar…».
Hija de Miguel Mendoza sigue sin verlo
Por otra parte, Pozo señaló que la dictadura de Ortega sigue negando que la hija del periodista pueda verlo. «Desafortunadamente Alejandra —Mendoza— no ha podido verlo, pese a que nosotros hemos insistido a través de redes sociales y de vía legal, sin embargo no nos han dado respuesta».
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También dijo que el abogado defensor del reo de conciencia ha emitido 11 solicitudes para que la menor pueda verlos, sin embargo ninguna ha sido contestada.
Pozo manifestó que seguirá insistiendo para que Alejandra pueda ver a su padre, «ya que es un derecho que se le ha negado». Además dijo que «no ha tenido el corazón» para mostrarle las fotografías recientemente divulgadas por el régimen «porque son impactantes».
«El mismo día que iba a mostrárselas, ella me dijo que quería ver a su papá tal y como lo vio la noche del 21 de junio de 2021, pero no tuve el corazón para poder mostrárselas sobre todo porque Miguel está irreconocible y seguramente le iba a impactar muchísimo, no podía destrozarle más el corazón a mi niña», concluyó.
La primera y única vez que el régimen de Ortega mostro a Miguel Mendoza, el periodista lucía delgado, demacrado, al igual que los otros 26 presos políticos encerrados en «El Nuevo Chipote», sin embargo siempre mantuvo su frente en alto.