Hace varias décadas una chavala de 18 años delgada, inteligente y soñadora llegaba al diario La Prensa, era parte de una generación jóvenes rebeldes, escritores y poetas que miraban y admiraban a Pedro Joaquín Chamorro y al diario más icónico de Nicaragua. La Prensa para ella era un símbolo de lucha y resistencia ante una dictadura feroz. Esta joven, que había estudiado en Suiza e Inglaterra, y que además se sentía orgullosa de trabajar en La Prensa era Rosario Murillo, la vice dictadora y esposa de Daniel Ortega.
Más de 50 años después, Murillo ha confiscado el periódico donde trabajó, arrestó a tres de sus directivos, incluyendo a dos hijos del Director mártir Pedro Joaquín Chamorro (Cristiana Chamorro y Pedro Joaquín Chamorro Barrios).
Los años maravillosos
Murillo trabajó por casi una década en La Prensa, para ella estos fueron los años maravillosos, en esos días fundó el movimiento cultural Gradas junto a poetas, músicos y pintores, trabajó y se educó al lado de Pedro Joaquín Chamorro y muchas personas la comenzaron a llamar por primera vez poeta. Esta semana la vice dictadora se expresó así de su amado diario: “aquellos lugares que han sido antros de maquinación de crímenes de lesa humanidad hoy son centros para la profunda espiritualidad” “el pasado no volverá”, indicó Murillo tras confiscar la propiedad y anunciar la construcción del centro cultural José Coronel Urtecho. Detalló además que la confiscación (prohibida en el artículo 44 de la Constitución Política de Nicaragua) es muestra de “cristianismo verdadero, fraternidad, hermandad, solidaridad y alegría”.
Aunque las palabras de Murillo hablan de paz y espiritualidad, lo cierto es que ella personalmente ha desatado una cacería infernal contra la libertad de prensa y la libertad religiosa. Hoy Nicaragua es el único país de América Latina donde no existe un solo periódico impreso, se han confiscado 1,600 oenegés, existen más de 190 presos políticos, 10 religiosos arrestados y se sigue presionando para desterrar de su patria a Monseñor Rolando Álvarez.
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La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) alzó su voz en condena a la dictadura de Nicaragua por la “consumación del robo y desmantelamiento de las instalaciones La Prensa, lo que corrobora la evidente persecución oficial contra el periodismo independiente en ese país”. Asimismo, la SIP reiteró su condena al exilio forzado de más de 120 periodistas, demandando la devolución de las instalaciones a La Prensa, Confidencial y 100% Noticias, la liberación los periodistas Miguel Mora, Miguel Mendoza y Jaime Arellano, así como de los 3 directivos de La Prensa.
Duele lo que pasó en el diario La Prensa, tras un año de ocupación ilegal de su sede, esta semana se consumó el robo de sus instalaciones valoradas en 10 millones de dólares. Al arrancar por la fuerza las icónicas letras de La Prensa, la dictadura creyó borrar 96 años de historia y pensó que enterraba al diario de los nicaragüenses, cuando en realidad lo que hizo fue sembrar una semilla, la semilla de la esperanza y la libertad. Nicaragua volverá a ser República.
*El autor fue periodista de La Prensa y embajador de Nicaragua ante la OEA.