El especialista en administración de justicia Yader Morazán denunció que la Curia Episcopal de Matagalpa continúa ocupada por la Policía del régimen orteguista. En la sede, según el abogado, hay alrededor de seis uniformados viviendo dentro del lugar, los cuales se encargan de interrogar a tres sacerdotes que se turnan para cuidar el palacio episcopal.
«A parte de los sacerdotes secuestrados, también la Curia sigue tomada por la Policía, pese a que los señalamientos no corresponden a la ley de Crimen Organizado, que es la única ley que ampara ocupaciones en materia penal, ¿Qué dicen los líderes de la iglesia?», cuestionó.
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Morazán indicó que la Curia Episcopal «no es propiedad de monseñor Rolando Álvarez y compañía, ni existe relación entre el delito “investigado” con el bien ocupado. Además, ya sacaron las computadoras y documentos que son parte de las requisas, por lo tanto, no tiene ningún sentido jurídico la toma».
El abogado afirma que dentro de Curia «hay alrededor de 6 policías viviendo dentro de la Curia, vigilando a los 3 padres que se turnan para cuidarla. Mismos a quienes interrogan cada vez que entran y salen. A monseñor Óscar (Escoto, vicario general de la Diócesis de Matagalpa) lo sigue un motorizado a todas partes y cuando celebra misa le infiltran entre 2 o 3 personas».
La dictadura sustrajo el viernes, 19 de agosto, a monseñor Rolando Álvarez junto a ocho personas que permanecían dentro de la sede episcopal desde el cuatro de agosto. Los otros religiosos que acompañaban al líder católico fueron trasladados a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial en Managua, mientras que al obispo lo privaron de su libertad en su casa.
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Recientemente Morazán informó que las siete personas le fueron impuestos los «90 días para “complementar” actos de investigación, bajo una de las nuevas leyes de Ortega. Por su parte, la Fiscalía no argumentó las razones por las cuales necesitan más tiempo para complementar actos de investigación, ni sobre qué indicios se sustentan los actos iniciales de investigación que requieren ser complementados. ¡Y a la jueza ni le interesó preguntar!».
Desde 2018 se han registrado más de 190 ataques contra la Iglesia Católica, sus obispos, sacerdotes, fieles y templos, bajo la sombra de la dictadura de Daniel Ortega. Además, el régimen ha insultado repetidamente a los obispos y sacerdotes católicos, llamándolos «demonios con sotanas, terroristas y golpistas».
