El analista político Israel Lewites asegura que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo decidió «lanzarse frontalmente» contra la Iglesia católica en Nicaragua porqué aún no ha podido «doblar el brazo» de los religiosos, que tienen una identidad popular y un «tremendo apoyo» en el país.
En entrevista para AHORA el podcast de Artículo 66, Lewites señaló que el régimen «ha venido socavando todos los espacios de participación ciudadana que pudiera existir en la sociedad (…) y ya envalentonado decidieron lanzarse frontalmente» contra la Iglesia nicaragüense.
Asimismo, detalló que el régimen anteriormente había atacado a Iglesia a como lo está haciendo actualmente. «Primero lo hicieron con (monseñor) Silvio Báez, donde lo mandan al exilio para supuestamente proteger su seguridad», dijo el analista.
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Agregó que los Ortega-Murillo se encontraron con un obstáculo en esta ocasión, pues monseñor Rolando Álvarez «ha mostrado una actitud mucho más férrea, siempre crítico de los abusos de la dictadura, de las atrocidades que comete contra el pueblo nicaragüense».

«Y en esta verticalidad que ha mostrado monseñor (Álvarez) como un líder espiritual de tremenda altura moral, bueno la dictadura lo que ha tenido es recurrir a una más de sus ilegalidades, al secuestro, a la presión y a poner a la Iglesia ahorita en una situación muy complicada donde hay una decena de sacerdotes, de religiosos, de personas que están sufriendo secuestros», subrayó.
Por lo tanto, Israel Lewites alegó que con la escalada represiva que ha ordenado el régimen de Ortega-Murillo contra la Iglesia católica, les está diciendo a las autoridades eclesiásticas «que no importa quienes sean ustedes, en Nicaragua se guarda silencio al interior o sufran las consecuencias, las consecuencias son secuestro, exilio o muerte».
Papa Francisco negocia con diplomacia
El analista político explicó que el papa Francisco es el jefe de la Iglesia en Nicaragua y «como todo jefe de Estado tiene que manejarse dentro del ámbito de la diplomacia».
«La diplomacia es un arte muy sutil y él (papa Francisco) debe ser bastante cauteloso para salvaguardar la seguridad de su gente en Nicaragua», ya que «tiene comprometida en el territorio a mucha gente».
Además, Lewites considera que el Vaticano «está viendo como negocia esta situación para evitar un daño mayor a sus fieles».
«Yo sé que es frustrante para muchos nicaragüenses que el papa no sea más frontal, que su denuncia no sea mucho más explícita y clara en contra de un régimen a todas luces abominables, indefendibles; pero bueno, él tiene que jugar dentro de su ámbito», afirmó.