La hija de la presa política Tamara Dávila pudo visitarla por primera vez en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido como «El Nuevo Chipote» en Managua, donde se encuentra recluida desde el 12 de junio de 2021.
La visita concedida a la menor de seis años —quien fue testigo al momento de la detención arbitraria en contra de su mamá el año pasado— se realizó a las ocho de la mañana de este sábado, 20 de agosto, lo confirmaron fuentes a Artículo 66.
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Antes de que las autoridades policiales le permitieran la visita a la menor, esta había demandado la libertad de su progenitora. «¡Quiero que te dejen en libertad!», expresó emotivamente, a través de un video que divulgó su familia.
«Mamá, pienso en vos todos los días. Estás dentro de mi corazón, cuando veo pajaritos y mariposas me acuerdo de vos. Aprendí las letras para escribir tu nombre, no me acuerdo mucho de tu cara, ya son muchos días sin verte… pero me acuerdo de tus ojos verdes cariñosos. Quiero que regreses, que vengas a la casa… que estemos juntas. ¡Quiero que te dejen en libertad!», dice una carta escrita recientemente por la hija de Tamara Dávila, que ha conmovido las redes sociales.
Sin embargo, los familiares de la presa política denuncian que a la rehén de conciencia nunca le fue entregada la carta enviada por su pequeña. «Ha sido sometida a torturas durante más de 14 meses, aislada en una celda y sin poder ver o comunicarse con su hija», expresan sus familiares.
La opositora fue detenida el 12 de junio de 2021. La dictadura de Nicaragua decidió encarcelar a Dávila por supuestamente violar la Ley 1055 o Ley de Soberanía. La acusó y condenó a ocho años de prisión por el supuesto delito de «conspiración para el menoscabo de la integridad nacional» y «traición a la patria».
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Desde finales de mayo del 2021, la dictadura emprendió una voraz arremetida contra sus críticos que acabó en juicios políticos donde los declaró culpables y los condenó a varios años de cárcel, en promedio, las condenas rondan entre los ocho a 13 años de prisión.
Esta sería la primera ocasión en que la dictadura de Daniel Ortega permite a una menor visitar a un preso político cautivo en «El Nuevo Chipote». Los familiares de los periodistas Miguel Mendoza y Miguel Mora siguen de igual manera demandando les permitan poder llevar a sus hijos para que vean a sus padres.
El régimen de Ortega tiene tras las rejas a más de 190 presos políticos, a los que acusa de delitos comunes o por supuesta traición a la patria. La lista cada día se va engrosando con las recientes detenciones a sacerdotes católicos.