«Daniel Ortega es el eterno líder. Ni hay más. Si le contradices o te vas a la cárcel o terminas en el exilio. ¿Cómo puede un hombre tener el control absoluto de un país? La represión empieza en las calles, pasa por los delitos fabricados y se consuma en prisión», así describe el periodista mexicano Otoniel Martínez, de TV Azteca, la situación de Nicaragua a partir de la crisis de abril de 2018 que ha retratado en una serie de reportajes de la serie «Duele respirar» que realizó en el país.
Martínez ingresó al país como turista, tomó un vuelo de México a Costa Rica y por tierra cruzó a Nicaragua de forma regular por el puesto fronterizo de Peñas Blancas. El periodista fue advertido que si se presentaba como periodista sería deportado por Ortega y bloquearían su labor informativa.
Esta nueva entrega muestra las calles militarizadas de Managua por la dictadura Ortega-Murillo. La represión y aprehensión de varios dirigentes políticos y el excesivo uso de la fuerza policial para sofocar las manifestaciones cívicas y pacíficas tras las reformas fallidas al seguro social.
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«La Policía en Nicaragua ha aumentado el número de sus uniformados desde el 2018. Bajo el lema el país más seguro de Centroamérica, el régimen intenta justificar la presencia de fuerzas armadas en calles, carreteras, edificios y hasta rotondas, su tarea principal: reprimir», describe Martínez.

El caso de Félix Maradiaga
En esta entrega de aborda el caso del preso político y aspirante presidencial, Félix Maradiaga; su detención ilegal; el proceso penal en su contra; las condiciones inhumanas en las que se encuentra en «El Nuevo Chipote» y el llamado de los familiares de rehenes de conciencia por la situación de salud de sus parientes.
Berta Valle, esposa de Maradiaga, relata lo difícil que ha sido contestar las preguntas de su pequeña hija que busca respuestas ante la falta de su padre, que está encarcelado desde el ocho de junio de 2021, el último día que conversó con su hija de ocho años.
«La primera pregunta (de mi hija) es porqué mi papá no me llama, dónde está mi papá, cuándo va a venir mi papá, cuándo lo voy a ver. Yo le hice una pregunta a Alejandra (su hija) “¿vos sabés en qué trabaja tu papá?” Y ella me dijo “sí, mi papá trabaja salvando a Nicaragua”», dijo entre lágrimas.
«La última vez que miró a su papá tenía seis años y yo creo que ella está tratando de recordar cómo se sentía abrazar a su papá, como era que ella se reía con su papá, porque es una imagen que no tiene tan viva después de dos años», prosiguió Valle con sus ojos aguados.
El cierre de medios en Nicaragua
Martínez explica que Nicaragua se ha convertido en un «agujero negro de información» porque el país vive sin medios independientes y con la prohibición del ingreso de reporteros extranjeros que intentan documentar la grave situación de violación a los derechos humanos, civiles y políticos.
El régimen ejerce un control absoluto sobre todos los medios de comunicación que están en el país. Ha creado y comprado un batería de canales de televisión, radios y medios electrónicos para callar todas las voces disidentes y plantar su mensaje de amor y falso crecimiento económico que solo se ven en sus medios. «Propaganda política es lo que hay queda todo aquel que diga lo contrario es golpista o terrorista», concluye la entrega especial de la situación de Nicaragua.