Desde a Curia Episcopal en Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez celebró este lunes, 15 de agosto, la santa eucaristía en la solemnidad de la Asunción de la virgen María.
El religioso dijo que «la asunción de la santísima virgen María a los cielos en cuerpo y alma procede de aquel gran misterio de amor de Dios a nosotros y con ella»..
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Remarcó que hoy se celebra «el triunfo de Cristo por cuyos méritos ella fue custodiada de todo pecado y mancha original». Además, afirmó que en esta fecha se recuerda «el triunfo de la Iglesia sobre el mal y el pecado, puesto que ella —la virgen María— es primicia de la Iglesia, ella es el primer fruto de la gracia de Dios sobre nosotros».
El obispo, quien tiene 12 días de estar encerrado por órdenes de la dictadura de Ortega, sostuvo que «no es el dragón infernal quien tiene la última palabra, sino Cristo que vence a la muerte y al pecado, esa muerte que será el último enemigo vencido y con el triunfo de Cristo, de la Iglesia y de la virgen entendemos que todos nosotros triunfamos sobre el pecado, la muerte, la iniquidad la adversidad, la dificultad».
«De aquí brota nuestra alegría serena, nuestra paz interior y nuestra esperanza incorruptible e inquebrantable en el triunfo del resucitado sobre la oscuridad, el pecado, la muerte, la iniquidad. Esa esperanza del sepulcro vacío, porque no hemos de buscar entre los muertos al que está vivo, él ha resucitado, de veras ha resucitado», remarcó.
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Monseñor Álvarez llamó a seguir orando por él y por los sacerdotes y laicos que lo acompañan en la Curia Episcopal, donde están retenidos. «Sigan orando por nosotros, pidiéndole a la virgen santísima de la Asunción y cuenten con nuestras sencillas oraciones», concluyó.
Tras los 12 días de cárcel de facto impuesta por Ortega contra Álvarez, la Policía no ha vuelto a pronunciarse al respecto, solamente se ha contado con las ofensas a la Iglesia por parte de la vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo.