La vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, volvió a atacar a la Iglesia católica y aludió a monseñor Rolando Álvarez, a quien le impuso desde hace nueve días cárcel de facto en la Curia Episcopal de Matagalpa donde se encuentra rodeado de policías al servicio de su régimen.
«Hemos dicho que aquí nos ilumina un sol que no declina, ese sol que es nuestro Dios, que es nuestro príncipe de la paz y el bien, quien no alienta crímenes, no alienta manipulaciones, no alienta provocaciones, al contrario, nos hace a todos esforzamos en consolidar la paz como principio cristiano, como valor, como ideal y como práctica cotidiana», expresó.
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Insistió que es «con paz» que su régimen está construyendo Nicaragua, «no es con exhibicionismo, exhibicionismo que de verdad tiene un sabor a rancio, un sabor que ese pasado no volverá», sentenció la portavoz de Ortega.
«No es con exhibicionismos, que son crueles, crueles para los mismos que se exhiben (…) Aquí el pasado no volverá jamás. Aquí cuidamos la paz, aquí sabemos defender la paz; aquí vamos adelante con entendimiento, en concordia, con esa vida sencilla y buena». recalcó.
En clara alusión al obispo de Matagalpa, la también primera dama siguió remarcando que su régimen sabe «defender la paz», «más allá de esos episodios narcisistas que nadie quiere, y más allá de esos exhibicionismo perversos que no abonan a nada, que destruyen sobre todo a los mismos exhibicionistas».
Pide justicia para uno de sus militantes fallecidos en 2018
Referente a las protestas sociales que dejó más de 300 asesinados, y que a ninguno se le ha hecho justicia, Murillo recordó a uno de sus militantes, muerto el 11 de agosto de 2018.
«Imagínese que ayer —jueves— se cumplieron cuatro años del crimen del terrorismo golpista que se ensañó en Lenín Mendiola, hijo de la compañera Benigna Mendiola, allá en Matagalpa, 11 de agosto del 2018», recordó la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía.
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«Todos sabemos qué pasó allí, todos sabemos quiénes son los responsables; todos sabemos porqué cuidamos más y más la paz, porque ese pasado no volverá. Hemos dicho justicia, hemos dicho reparación, hemos dicho no repetición, y lo proclamamos», enfatizó la vicedictadora.
Haciendo referencia a su cuestionada fe religiosa y trastocando pasajes bíblicos, la esposa de Ortega dijo que «en nombre de Lenín Mendiola y de tantos compañeros y compañeras que ha dado su vida por la paz, nosotros decimos: bendito el que viene en nombre del Señor, porque el Señor es paz».
«El Señor es humildad, el Señor es sencillez; el Señor no se exhibe, todo lo contrario, el Señor se muestra con un rostro grandioso, bondadoso y proclama: amemos los unos a los otros, despojémonos de cualquier veneno, sentimiento tóxico que envenena; desterremos el odio de nuestras vidas, esas prácticas que destruyen y que nada hace bien, a quien las vive, las busca y las convierte en prevención y destrucción», proclamó
Las declaraciones de Murillo llegan cuando la OEA aprobó resolución acerca de la condena al régimen orteguista por el recrudecimiento de la represión contra la Iglesia católica y la oposición en Nicaragua.