La misión permanente de Antigua y Barbuda junto a otros siete estados solicitaron la mañana de este ocho de agosto a la Organización de Estados Americanos (OEA), que se realice una sesión extraordinaria para evaluar la situación de represión que vive Nicaragua.
«Antigua y Barbuda ante la Organización de Estados Americanos, con el apoyo de las misiones permanentes de Canadá, Costa Rica, Chile, República Dominicana, Perú, Estados Unidos y Uruguay, saluda atentamente a la Presidencia del Consejo Permanente y que tiene el honor de solicitar que se convoque a una sesión extraordinaria del Consejo Permanente», explica la carta enviada por Antigua y Barbuda a la OEA.
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Solicitan que la reunión sea programada «para las 3:00 p.m. del viernes, 12 de agosto», mediante la que pretenden «considerar el punto de orden del día la situación de Nicaragua. Un proyecto de resolución sobre la situación en Nicaragua será presentado en breve para la distribución a los estados miembros».
Nicaragua está sumida en una crisis que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dejó al menos 355 muertos en 2018, de los cuales Ortega admitió 200 y alegó que se defendía de un supuesto golpe de Estado.
Recientemente, el régimen ha emprendido una persecución en contra de líderes católicos que ha sido condenado por otros organismos defensores de derechos humanos y latos funcionarios internacionales, quienes han insistido a Ortega que respete las libertades de religión y expresión en Nicaragua.
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La Unión Europea también condenó el «cierre arbitrario» de siete radios católicas administradas por la Diócesis de Matagalpa, Radio Vos y Canal RB3 de Río Blanco por parte de la dictadura. El bloque de países considera que las acciones del régimen constituyen «otra violación de la libertad de expresión y de la libertad de religión o de creencias».
Asimismo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) cuestionaron «el cierre arbitrario» de las siete radioemisoras católicas en Nicaragua, así como el ingreso violento de policías en una parroquia.
En tanto, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, condenó el «brutal» ataque ejecutado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica, medios de comunicación y comunidad religiosa.