Nicaragüenses exiliados en Estados Unidos y Costa Rica se manifestaron este domingo, siete de agosto, en respaldo a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, a quien el régimen de Nicaragua le impuso casa por cárcel de facto.
Los nicaragüenses en Miami realizaron un plantón en las afueras de la iglesia Santa Ágatha, una parroquia que ha mostrado su cercanía con el pueblo nicaragüense y donde monseñor Silvio Báez ofrece la eucaristía desde su forzado exilio.
Ahí, los manifestantes colocaron las fotos de monseñor Álvarez, de los sacerdotes presos, padre Manuel García y monseñor Leonardo Urbina, y del párroco en Sébaco, Uriel Vallejos, quien estuvo retenido en la casa cural durante cuatro días por la Policía.
«¡Rolando amigo, el pueblo está contigo! ¡Viva la Iglesia católica! ¡Vivan nuestros sacerdotes!», gritaron los presentes, al tiempo que demandaban libertad para los más de 190 presos políticos.
La exrea política Irlanda Jeréz, exiliada en el país norteamericano, expresó que Nicaragua está enfrentado «momentos durísimos». «Satanás está desatado en nuestra nación. Las hordas del mal quieren gobernar nuestra nación, quieren censurar y acabar, de una vez por todas, nuestra religión cristiana. Católicos y evangélicos, hoy más que nunca, tenemos que estar unidos en oración, en ayuno, en vigilancia. La consigna es ¡Alto a la represión hacia la Iglesia católica!», manifestó.
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«Esta lucha es espiritual. Estamos luchando contra gobernadores de las tinieblas, contra demonios que están manifestándose de manera rojinegra en nuestra patria y hay que mantener la oración. Estos (Daniel Ortega y Rosario Murillo) son criminales, no es un proyecto político, son criminales, un sindicato sandinista, orteguista, criminal que ha tomado nuestra patria. Hay que seguir denunciado a estos criminales», dijo otro manifestante.
Otro grupo de nicaragüenses realizó un plantón en las afueras de la iglesia Nuestra Señora de La Merced, en San José, Costa Rica. También participaron en una misa en la Catedral Metropolitana en solidaridad con los sacerdotes y feligreses de la Iglesia católica nicaragüense.
«¡Libertad para Nicaragua! ¡Justicia para el pueblo de Nicaragua, justicia para los asesinados, libertad par los presos políticos! ¡Rolando amigo, el pueblo está contigo!», se escuchaba en las calles.
Monseñor Rolando Álvarez continúa «secuestrado» en la Curia Episcopal de Matagalpa junto a otras once personas de la comunidad católica. La Policía le impuso casa por cárcel de facto por presunta incitación para cometer actos que desestabilicen al Estado.
En los últimos días, la comunidad de nicaragüenses exiliados en Estados Unidos han realizado continuos plantones y vigilias en solidaridad con la Iglesia católica, desde que el régimen incrementó la persecución contra monseñor Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí.