La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), habría asignado la frecuencia 690 AM (amplitud modulada) a Nueva Radio Insurrección, una emisora abiertamente orteguista. Dicha frecuencia en AM era la que operaba Radio Hermanos de la Diócesis de Matagalpa, reveló el abogado Yader Morazán, exfuncionario del Poder Judicial.
«La radio “nueva insurrección” que asume la frecuencia AM de la clausurada “Radio Hermanos” sin ningún proyecto legal, funciona dentro del centro de operaciones desde donde se ordenaba las masacres en Matagalpa, y nació en el 2019 bajo la coacción de su antiguo dueño, Arnoldo Ríos», escribió el jurista en su cuenta de Twitter.
Radio Hermanos es una emisora católica que fue clausurada por Telcor el pasado primero de agosto en una jornada represiva contra la Iglesia católica y monseñor Rolando Álvarez, uno de los obispos más críticos de la dictadura Ortega Murillo. La emisora nació en 1993, fundada por monseñor Carlos Santi la cual inició emitiendo señal en la frecuencia 690 AM.
Luego con el tiempo le fue asignada la frecuencia 92.3 FM (frecuencia modulada) para ampliar la cobertura en gran parte de la zona norte de la República. El objetivo de la radio era llevar la evangelización por todos los rincones del país al ser la única emisora en la ciudad de Matagalpa que transmitía por medio de dos frecuencias. Esto permitía tener una mejor cobertura en la zona norte y parte del pacífico de Nicaragua.
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La decisión del régimen de Nicaragua se basa en la supuesta falta de los permisos de operación de los medios de comunicación de corte religioso que operaban en el norte del país. Las radios cerradas son Radio Hermanos, Radio Santa Lucía, de Ciudad Darío; Radio Católica, de Sébaco; Radio San José, de Matiguás; y Radio Monte Carmelo, de Río Blanco; todas pertenecientes al departamento de Matagalpa.
El cierre de las radios católicas se suma a la clausura de TV Merced, de la misma Diócesis de Matagalpa; y el Canal Católico de Nicaragua, propiedad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN). Estas acciones de la dictadura son parte de la escalada represiva contra la Iglesia católica, sus sacerdotes y obispos.
En los últimos meses el clero y los templos religiosos han sido víctimas de la intensificación de la represión de la dictadura Ortega-Murillo. Dos sacerdotes están encarcelados, acusados y condenados de diversos delitos. Varios sacerdotes han denunciado el asedio permanente de la Policía del régimen. El mismo primero de agosto fue tomada la capilla Niño Jesús de Praga y desde ese día el padre Uriel Vallejos está confinado en la casa cural rodeado de policías que profanaron el templo y lo mantienen bajo asedio.