Después de 14 meses preso en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote» en Managua, los familiares de Walter Gómez, de 55 años, presentaron un retrato hablado del preso político que deja en evidencia el deteriorado estado de salud del reo de conciencia.
María Consuelo Céspedes de Gómez, esposa de Gómez, recordó que el administrativo fue capturado el 28 de mayo de 2021, sin una orden judicial, «sacado de su casa, esposado en frente de su esposa e hijo de 12 años, condenado en un juicio plagado de irregularidades a 13 años de prisión».
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Agregó que el exadministrador financiero de la extinta de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH) antes de ser capturado pesaba 210 libras, pero actualmente apenas llega a 150.
Señaló también que después de más de 365 días recluido en una celda de «El Chipote», Gómez permanece en total oscuridad todo el día, «solo lo sacan a tomar sol 10 minutos una vez a la semana. A Walter solo le permiten que le llevemos tres botellas de agua y tres jugos (para) los siete días a la semana».
Ante la situación que vive el reo de conciencia, su familia afirmó estar preocupada por su acelerada pérdida de peso y extrema delgadez. «Nos preocupan los posibles daños físicos y psicológicos que estas condiciones pueden acarrear», expresaron.
Además, demandan a las autoridades competentes un trato más humano para con todos los presos políticos y que cese la incomunicación y el aislamiento entre ellos y sus familiares.
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«Que nos permitan llevarles una vez a la semana paquetería con galletas, granolas, frutas, etc.; que nos permitan entregarles colchonetas nuevas y sábanas ya que ellos duermen en una cama de concreto, en celdas insalubres y húmedas», agregó Consuelo Céspedes.
También. solicita poder tener un calendario regular de visitas, «ya que los vemos cada 40 o 50 días y que nos permitan que los hijos menores puedan verlos y escribirles y que se permita la entrega de material de lectura y escritura como la biblia, libros y cartas».
Céspedes calificó a Walter Gómez como «un hombre íntegro de principios cristianos, un gran esposo y padre amoroso. Un ser humano excepcional». La última vez que los familiares del extrabajador de la FVBCH fue en los primeros días de junio, hasta la fecha la dictadura no ha permitido una nueva visita.