El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields asegura que la expulsión de la Congregación de las Hermanas de la Caridad generó impacto a lo interno de las filas del régimen de Daniel Ortega. El exdiplomático afirma que quienes están a lo interno del Estado «seguirán guardando silencio hasta que el hastío los haga explotar».
«Las duras imágenes de las Hermanas de la Caridad siendo expulsadas como criminales han caído como una bomba atómica que ha desmoralizado y enojado a muchos funcionarios de gobierno, civiles y militares. ¿A quién más tenemos que encarcelar, confiscar o exiliar?, se preguntan. ¿Hasta cuándo va a ser suficiente?, increpan en silencio, en los pasillos y en aquel teléfono alterno, que todos los funcionarios usan, pero que no reportan al secretario político o a la oreja del partido de cada entidad estatal», refirió McFields en un artículo de opinión publicado en La Prensa.
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18 monjas de la congregación fundada por Madre Teresa de Calcuta fueron expulsadas por vía terrestre hacia Costa Rica el seis de julio, tras la cancelación de la personalidad jurídica de la Asociación «Misioneras de la Caridad» por parte de la Asamblea Nacional, dominada por el orteguismo.
«Para las personas normales el comandante es un adicto al poder de la tercera edad, pero para los sandinistas de hueso colorado, Ortega es la única voz de certezas en medio de un régimen pataleante y en crisis, sin sentido y sin valores. Ojo, Ortega solo calmará al 20 por ciento de la población, a sus fanáticos, el resto de los funcionarios, civiles y militares, seguirá aguantando, guardando silencio, hasta el día en que el hastío los haga explotar», expresa el exdiplomático.
El 30 de junio, la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega incrementó la vigilancia en el Hogar Inmaculado Corazón de María, en Granada, donde se encontraban las religiosas y fue hasta el miércoles que «escoltadas» por la Policía de Ortega salieron del país.
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Ortega canceló la organización supuestamente por incumplir con sus obligaciones conforme a la Ley General de Regulación y Control de Organismos Sin Fines de Lucro y la Ley de Lavado de Activos, el Financiamiento al Terrorismo el Financiamiento a la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva.
La Iglesia católica en Nicaragua ha lamentado que las personas más pobres del país ya no podrán ser beneficiadas por las religiosas que estuvieron en el país por más de una década realizando labores humanitarias.