Este lunes, 11 de julio, la familia de Tamara Dávila mostró un retrato hablado digital de la presa política a más de un año de su encierro en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», una reconocida cárcel donde son sometidos a torturas, según denuncias de familiares de los reos de conciencia.
En la fotografía, presentada por Sadie Rivas, prima de la rehén de conciencia, se ve a Tamara Dávila muy demacrada, con ojeras y extremamente delgada. En la cárcel es sometida a mala alimentación, está incomunicada, aislada, sin acceso a horas de sol, sin material de lectura y sin poder ver a su hija de seis años desde su detención.
«Lleva más de un año como presa política en Nicaragua, criminalizada por levantar su voz y defender los derechos humanos. Esta fotografía fue tomada en 11 de junio de 2021, un día antes que un grupo de policías allanara ilegalmente su casa donde estaba con su hija y violentamente se la llevarán secuestrada», dijo, al mostrar la foto de Tamara Rivas.
La prima de la presa política reveló que solo cinco familiares han podido ver a Tamara Dávila durante las ocho visitas que han permitido a la rea política. «Dicen que esta imagen refleja fielmente cómo se ve su cara. Esta es la primera vez que yo veo su rostro desde su secuestro y me ha impactado muchísimo», afirmó Rivas.
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«Tamara (Dávila) ha perdido unas 40 libras, a tal punto que su cuerpo se ve distorsionado. Ella dice que permanece con hambre y que muchas veces no le pasan las bebidas nutricionales que nuestra familia le lleva. Estamos angustiadas y alarmadas y es por eso que compartimos con el mundo cómo se ve Tamara después de un año de torturas en «El Chipote». La situación de Tamara nos golpea personalmente, pero en Nicaragua hay más de 190 familias que viven este mismo dolor», añadió.
La hermana de Dávila, Ana Lucía Álvarez, subrayó que la presa política «es una persona profundamente fuerte y espiritual» y que, durante este año de aislamiento, ha entrenado su mente para seguir centrada y fuerte. Ella reza, canta, baila, medita y escribe cuentos en su cabeza para su hija ya que no le permiten acceso a papel ni a lápiz. Es inhumano que se le haya imposibilitado por completo comunicarse con su hija; sin permitir visitas, llamadas, cartas, fotos o dibujos».
La opositora fue detenida el 12 de junio de 2021. La dictadura de Nicaragua decidió encarcelar a Dávila por supuestamente violar la Ley 1055 o Ley de Soberanía. La acusó y condenó a ocho años de prisión por el supuesto delito de «conspiración para el menoscabo de la integridad nacional» y «traición a la patria».
Dávila cumplió más de 365 días encerrada y aislada en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como «El Nuevo Chipote» en Managua. Solo en ocho ocasiones ha podido ser visitada por sus familiares.