La Asociación Madres de Abril (AMA) rememora y exige justicia para el joven obrero Mario Martínez Peralta, quien falleció, según explican, a manos de paramilitares durante la operación limpieza ejecutada por el régimen para desmantelar los tranques de León. Denuncian que su asesinato constituye «crímenes de lesa humanidad».
El joven de 18 años fue asesinado en Sutiaba, León. Fanny Mercedes Hernández, tía de Mario Antonio Martínez Peralta, lo describe como «un chavalo muy inteligente, que a sus 18 años sabía soldar, repellar, hacer trabajos de carpintería y de electricidad», destaca la asociación.
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Sus familiares manifiestan que Martínez «hacía aceras, embaldosaba y no había cosa que él no pudiera reparar. Llegó hasta sexto grado, pero era inteligente y todo inventaba. Trabajaba con el papá en albañilería y en todas las áreas de la construcción. Toñito, como le decían en el barrio, era una persona buena y luchadora. Se ganaba la confianza de las personas. Se llevaba bien con sus hermanos, pero era muy pegado con su tía».
Cuando la madre de Mario Antonio supo que el joven andaba involucrado en las protestas, le pidió que se apartara para evitar daños mayores. Anteriormente pertenecía a la Juventud Sandinista, pero «se pasó a los azul y blanco porque no le gustó lo que los del Departamental estaban haciendo. Él miró que los de la JS llegaban a apedrear a los chavalos de los tranques», reconoció.
«Así empezó a luchar con los chavalos y a participar en las marchas, y después que desmantelaron el tranque de la carretera a Chinandega se vino al tranque del Rastro Municipal, en León. Estuvo ahí hasta que hicieron la ‘limpieza’ de todos los tranques, el 5 de julio. Logró salir con vida y llegó a dormir a la casa», agrega Fanny Mercedes, tía de la víctima.
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Recuerda que «a él lo mataron el 6 de julio en el barrio La Pintora. Como a las ocho de la noche, el mismo muchacho que andaba con él me llegó a buscar muy asustado. Me dijo ‘A Mario lo mataron, a Mario lo mataron, nos emboscaron desde un carro. Llegaron dos camionetas y a él lo montaron ya muerto en la camioneta de la Policía’. Cuando oí eso me desesperé, me angustié y empecé a llamar a la familia, pero me dijeron que no saliera, que había mucha represión en Sutiaba».
Su mamá asegura que continuará luchando porque la muerte de su hijo no quede en la impunidad, ya que considera que «ellos luchaban porque Nicaragua fuera libre, querían libertad y paz, pero la paz y el amor sincero que nos merecemos. Las mamás aparentemente estamos solas, pero a todas nos une el mismo dolor».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calcula que 355 personas fueron asesinadas en el marco de las protestas, según apunta la última actualización que realizó el organismo a finales de 2021. Las madres de abril continúan clamando justicia para sus hijos asesinados a manos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.