Dos mujeres de la tercera fueron asesinadas a finales de mayo, según reportó este jueves el Observatorio de Violencia de la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
La primera víctima corresponde al nombre de María Odilia Olivas, de 83 años, originara del municipio de Telica, en el departamento de León, asesinada el 28 de mayo por su nieto, identificado como Juan José Obando Olivas, de 38 años.
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Según Martha Flores, directora de CDD, el delito se cometió por disputa de una propiedad. El femicida se encuentra detenido en la ciudad León. Los familiares hasta el momento no se han referido al caso.
El 31 del mismo mes se registró otro femicidio en contra de Inés Luna, una anciana de 74 años, quien vivía en el municipio de Esquipulas, Matagalpa. Según los datos obtenidos por la organización feminista, los actores del crimen fueron dos sujetos desconocidos, «los que aprovecharon la noche y que llovía para cometer el delito».
Se conoce que Luna era originaria del municipio de San Marcos Carazo, donde fue sepultada este jueves. Hasta el momento se sabe que la Policía capturó a los dos sospechosos, sin embargo la autoridad policial no ha brindado detalles sobre los supuestos asesinos.
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Cabe señalar que en este segundo caso —según Martha Flores—, a Luna se le desfiguró su rostro, recibió dos puñaladas en el cuello y una en el tórax; además fue víctima de violación.
«A pesar de la edad de las dos víctimas, eran mujeres activas; habían decidido vivir solas, sin embargo fueron arrebatas por la violencia machista que impera en Nicaragua», lamentó Flores.
27 femicidios en cinco meses
En lo que va de 2022, el observatorio de la organización Católicas por el Derecho a Decidir ha registrado 27 crímenes de mujeres y niñas nicaragüenses.
Además, contabiliza 60 femicidios en grado de frustración, lo que significa que las víctimas pudieron salvar sus vidas. «Cada día no hay respuesta sobre esta situación de violencia ni existe ninguna propuesta (del gobierno e Ortega) para reducir no trabajar esta problemática que es la violencia y más esta violencia machista que termina con la vida de las mujeres», expresó Flores.
«Vemos que en menos de 24 horas dos señoras fueron cruelmente arrebatadas sus vidas (…) Esta es una situación de violencia, donde la gente está alarmada porque los crímenes están en aumento», agregó.
Flores remarcó que actualmente en Nicaragua la inseguridad ciudadana está en aumento debido a que la dictadura de Daniel Ortega sigue liberando a presos comunes, a los que se les conceden muchos beneficios, pero siguen delinquiendo.
«La liberación de delincuentes, violadores y femicidas deja a las mujeres inseguras (…) Las calles ya no son seguras y más cuando un gobierno —el de Daniel Ortega— nos está cerrando todas las posibilidades de exigir justicia. No existe conciencia política de poder realizar campañas para que reduzcan la violencia y eso recae en la vida de las mujeres», finalizó.