Una delegación de alto nivel de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció ante funcionarios de la administración de Joe Biden y al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, la persecución estatal contra los periodistas independientes en Nicaragua.
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, aseguró que hubo «buena recepción a nuestros reclamos y preocupaciones» en las reuniones con altos funcionarios del Departamento de Estado, Congresistas, la Secretaría General de la OEA, embajadores permanentes ante esa institución y la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Estamos muy satisfechos. Entendemos que varios de los temas planteados serán parte de la agenda de la próxima Cumbre de las Américas, desde la búsqueda de soluciones a la grave crisis de sostenibilidad de los medios que está creando grandes desiertos informativos, elementos estos que conspiran contra la democracia», dijo Canahuati.
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La delegación de la SIP expuso ante los funcionarios del Gobierno estadounidense y de la OEA la violencia contra la prensa independiente que este año cobró ya la vida de 17 reporteros y reporteras latinoamericanos, entre ellos 11 de México, el encarcelamiento y la persecución de periodistas en Nicaragua y Cuba —que forzó al exilio a un total de 77 comunicadores y directivos de medios en ambos países— y la falta de políticas públicas coherentes y eficientes para prevenir crímenes y evitar la impunidad, según una nota de prensa que recoge las acciones de la visita.
«En el Capitolio, y en diálogo con equipos de asesores de senadores republicanos y demócratas, la SIP se interesó por el avance de proyectos de ley que apoyan al periodismo. Entre ellos, la iniciativa de “Competencia y Preservación del Periodismo” (JCPA, en inglés), que posibilita y promueve negociaciones obligatorias entre los medios y a las grandes plataformas globales para que acuerden un precio justo por los contenidos noticiosos que aquellos generan, como ya ocurre en Australia y en varios países europeos», se lee en el resumen divulgado por la organización.
Al secretario general de la OEA se expuso el «tono confrontativo que suele caracterizar a los debates en las redes sociales, y la propaganda gubernamental de desprestigio que se ejerce a través de ellas». La organización explicó que Almagro se mostró «preocupado por lo que consideró son los tres ataques fundamentales contra la democracia: la captación de los poderes judiciales y las reformas constitucionales; los ataques a los procesos electorales y las agresiones contra la libertad de expresión».
El organismo informó que el embajador por Uruguay ante la OEA, Washington Abdala, solicitó a la organización que proponga medidas concretas en materia de sostenibilidad de medios, ya que consideró que estos «juegan un papel insoslayable para la democracia de nuestros países».