Nicaragüenses exiliados en Costa Rica convocaron a la «marcha de la memoria» en conmemoración a cuatro años de lucha de las madres en la búsqueda de justicia por sus hijos víctimas de la represión ejercida por el régimen orteguista en 2018, principalmente un 30 de mayo, Día de la Madre Nicaragüense, que se vio «manchado de sangre», por el ataque armado de la Policía y paramilitares contra una marcha multitudinaria de la Asociación Madres de Abril, que ya exigían justicia por sus hijos asesinados al inicio de la rebelión cívica.
La organización de ciudadanos en el exilio Juntos por Nicaragua invita a la marcha que se realizará el 29 de mayo en la iglesia de Ladrillo en San José, Costa Rica, partiendo a las 10 de la mañana, la convocatoria lleva por lema «las madres junto al pueblo no se rinden». Invitan a los nicaragüenses exiliados en el vecino país a participar .
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El 30 de mayo de 2018 se registró uno de los días más oscuros y de las peores masacres de la insurrección cívica de abril. En una marcha organizada en apoyo a las madres de las víctimas de la represión dirigida por los Ortega-Murillo, se registraron más de 20 muertos y unos 200 heridos en todo el país. La dictadura ordenó atacar con balas a los manifestantes.
El régimen por su parte, declaró el 30 de mayo «feriado nacional» reformando la Ley 185, Código del Trabajo, para incluirlo en los 10 días de obligatorio descanso. La Asociación de Madres de Abril (AMA) rechazó esta acción afirmando que debe ser una fecha declarada como «Día de luto nacional».
AMA afirmó que ante la negación del régimen de reconocer los crímenes de lesa humanidad cometidos y de investigar los hechos y «ante la mentira que pretende imponer la dictadura; unamos nuestras inteligencias y conocimientos de las diferentes trinchera para esclarecer la verdad e impedir la impunidad».
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El 2018, cuando el país vivía una revolución cívica y exigían la salida de la pareja dictatorial, se registraron una serie de marchas populares que desencadenó la orden «vamos con todo», una decisión del régimen que culminó con la muerte de 355 personas, según reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Las madres de las víctimas se declararon en «resistencia activa contra la impunidad» en su lucha por la búsqueda de justicia por los asesinatos de sus parientes. «Como víctimas seguiremos en pie de lucha, sumando voluntades, solidaridad para que se avance en el esclarecimiento de la verdad y los responsables sean llevados ante los tribunales de justicia», afirmó la asociación.