Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, basó su homilía desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Estados Unidos, en el amor del «buen Pastor» y la seguridad que se debe tener en que Dios «protege a su pueblo».
El jerarca hizo énfasis en que se debe escuchar únicamente la voz de Jesús para poder salir de las adversidades. «Cuando escuchamos a Jesús, no escuchamos mandatos que cumplir, ni acusaciones que nos hacen sentir culpables».
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«Escuchamos una voz amiga que nos da confianza y nos ilumina. La voz de Jesús no obliga, ni acusa, ni humilla. Escucharlo a él es vivir. Su voz es única, nos devuelve esperanza y dignidad. Su voz nos introduce sin miedo en el futuro y nos hace vivir», agregó.
En referencia a los ataques por parte del régimen de Ortega a la Iglesia católica en Nicaragua, Báez exhortó a que no se debe prestar atención «a otras voces que engañan y extravían, que atemorizan y dañan».
«No escuchemos cualquier voz. En nuestra conciencia resuenan las voces del egoísmo y de la ambición, resuenan voces que nos desvían de la vida y del bien. No las escuchemos. No nos dejemos extraviar», enfatizó.
Aludiendo a la dictadura orteguista, el religioso señaló que existen voces que intimidan y oprimen, voces que se alzan altaneras para imponerse y aplastar libertades. «No permitamos que esas voces nos condicionen y nos llenen de temor. Son voces que provienen de corazones oscurecidos y de conciencias atormentadas. No escuchemos esas voces, no nos acostumbremos a esas voces», dijo.
«Un pastor auténtico propicia libertades»
Hoy, domingo, ocho de mayo, Día del «Buen Pastor», el prelado afirmó que un pastor auténtico propicia libertades y no provoca miedos. «Jesús nos empuja a caminar por senderos nuevos, fuera de rediles que esclavizan y refugios que aíslan. Jesús es pastor de un “rebaño en salida”, que él conduce hacia nuevos horizontes para la fe, para el pensamiento y para la vida».
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«Más allá de las tribulaciones y oscuridades de cada día, hay una mano grande y buena que nos sostiene, nos consuela y nos conduce. Estamos en buenas manos. Más allá de nuestras debilidades y pecados, hay una mano que nos cuida, nos levanta y nos perdona», recalcó.
«La mano de Jesús sostiene a la Iglesia»
Por otra parte, monseñor remarcó el trabajo de la Iglesia católica a pesar de los ataques y agresiones contra los líderes religiosos. «Más allá de las amenazas de quienes odian a la Iglesia, hay una mano fuerte que la guía y la protege», indicó.
«La mano de Jesús, que sostiene a la Iglesia, es más fuerte que las calumnias y la persecución que se desatan contra ella. La Iglesia puede parecer débil, pero no lo es. No tengamos miedo. Estamos en buenas manos», remarcó.
Báez, quien vive un exilio forzado desde el 2019, animó a confiar en Dios y saber que es «la mano de Jesús, es la mano fuerte de un pastor fiel y cuidadoso, que lucha contra los lobos que se alzan feroces contra la Iglesia para intimidarla, doblegarla y someterla a sus intereses malignos».
«La mano de Jesús sostiene a la Iglesia para que siga siendo una comunidad que trabaje por la paz y lleve esperanza al mundo, una comunidad profética al lado de los últimos, los pobres y las víctimas. La mano de Jesús es la mano vigorosa de un pastor que sostiene un bastón de camino y de lucha, con el que guía y defiende a su Iglesia. No tengamos miedo. Estamos en buenas manos», concluyó.
Tanto Báez como monseñor Rolando Álvarez y el cardenal Leopoldo Brenes llamaron este domingo a orar por la Iglesia católica en Nicaragua. Esto se da luego de las amenazas de la dictadura que pretende arremeter «legalmente» contra sacerdotes.