Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), denunció ante el Consejo Permanente del organismo, el cierre y la ocupación ilegal de sus oficinas en Managua y las expulsión de sus funcionarios del país centroamericano. Señaló que esta situación «nunca había ocurrido ni en tiempos de las peores dictaduras de la región». El secretario de
En una carta remitida a Elizabeth Darius-Clarke, presidenta del Consejo Permanente, la secretaría de la OEA explicó la «situación de la oficina nacional de la OEA en Nicaragua», que en este momento permanece bajo custodia policial.
El 24 de abril, el régimen de Daniel Ortega retiró las credenciales de sus representantes ante la OEA, Orlando Tardencilla, Iván Lara y Michael Campbell, y anunció el cierre de la oficina del organismo en Managua tildándola de «instrumento del imperialismo yanqui».
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Tras la decisión de la administración de Nicaragua, oficiales de la Policía orteguista «ocuparon la sede de la OEA, apoderándose de sus archivos, así como de todo el material existente. Los funcionarios de la Secretaría General pueden correr serios riesgos», denuncio Almagro.
«Nunca ello había ocurrido ni en tiempos de las peores dictaduras en la región, incluidas las que había vivido Nicaragua. Estamos ante la violación de las más elementales normas que regulan las relaciones entre Estados y organizaciones internacionales abriendo un precedente que la región no había conocido hasta ahora», añadió.
Ante este contexto, el secretario general de la OEA detalló los artículos de la Carta Interamericana que está violando el régimen de Daniel Ortega con su «salida anticipada» del organismo regional.
«La Carta de la OEA en su artículo 133 establece que “la Organización de los Estados Americanos gozará en el territorio de cada uno de sus miembros de la capacidad jurídica, privilegios e inmunidades que sean necesarias para el ejercicio de sus funciones y la realización de sus propósitos” (…). Nicaragua está obligada por esta norma», destacó.
Puntualizó, que Nicaragua también está obligada a cumplir el «Acuerdo de Privilegios e Inmunidades» que dispone que «los locales de la Organización y de sus órganos son inviolables», incluidos sus archivos y documentos.
Luis Almagro le recordó al Gobierno de Daniel Ortega que en 1989, el canciller de ese año, Miguel d’Escoto, firmó el «Acuerdo de Privilegios e Inmunidades» del organismo. Dicho acuerdo, detalla que «el gobierno le reconoce a la Oficina de la Secretaría General contra todo tipo de procedimientos, allanamientos, registro, confiscación o cualquier otra medida, sin el consentimiento de las autoridades de la Secretaría General».
El funcionario resaltó que el cierre de la sede de la OEA en Nicaragua es «una flagrante violación de todas las normas» del organismo, a las que está suscrito la administración de Ortega.
«Es por sobre todo una violación flagrante al derecho internacional que es norma de conducta de los Estados americanos y cuyo orden internacional está esencialmente constituido por el respeto… y el por el fiel cumplimiento de las obligaciones emanadas de los contratos y de otras fuentes del derecho internacional», dijo.
«La acción llevada a cabo por el gobierno nicaragüense es absolutamente despreciable en términos jurídicos, políticos y éticos, la misma constituye una acción de violencia y es atentatoria de la normativa internacional. En ese sentido la condenamos y repudiamos. Se pone en conocimiento del Consejo Permanente para ulteriores acciones de la Organización y de sus Estados Miembros», continuó.
Salida de Nicaragua de la OEA se efectuará hasta 2023
La Secretaría del organismo regional sostuvo que aunque el régimen de Nicaragua decidió retirarse de la OEA su salida será efectiva hasta el 19 de noviembre de 2023.
Señaló que la administración de Ortega deberá cumplir con las obligaciones de la Carta, mientras transcurren dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General recibió la notificación de la denuncia y luego quedará desligada de la OEA.
«No hay posibilidad alguna de dar por terminada su condición de Miembro de la OEA antes de esa fecha. Hasta entonces Nicaragua quedará sujeta a todas la obligaciones que emanan de la Carta y de los acuerdos que en su marco ha celebrado», subrayó Almagro.