Este domingo, 24 de abril, policías del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo rodearon las oficinas de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Managua, poco después que el canciller Denis Moncada anunciara el retiro anticipado de Nicaragua ante ese organismo y el cierre de la oficina en el país, en medio del rechazo internacional hacia la dictadura.
En las afueras del lugar se ubicaron al menos seis oficiales y una camioneta de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP), mientras en el interior de la propiedad se observan dos vehículos de matrícula diplomática.
Fuentes aseguraron a Artículo 66 que, desde la una de la tarde, los operadores del régimen comenzaron a saquear las oficinas de la sede de la OEA en la capital.
La toma de las instalaciones ocurre minutos después que, mediante un comunicado, el régimen acusara al organismo de ser un instrumento de Estados Unidos y vomitara un glosario de epítetos contra el foro regional.

«Ratificamos nuestra invariable decisión de abandonar la OEA, según lo expresado el día 19 de Noviembre del 2021, y al confirmar nuestra denuncia y renuncia irrevocables, ante esta calamitosa, truculenta y mentirosa dependencia del Departamento de Estado del imperialismo yanqui», señala el comunicado leído este día por Moncada.
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La alharaca de la salida anticipada de Ortega-Murillo del foro regional se da a un mes que el exembajador de Managua ante la OEA Arturo McFields denunciara, de manera sorpresiva, los abusos de la dictadura ante el asombro de sus colegas y del propio régimen.
Ortega decidió finalmente retirar de la organización a sus representantes Iván Lara, Michael Campbell y Orlando Tardencilla, quien sustituyó a McFields y duró en el cargo apenas 16 días.
En declaraciones a Artículo 66, Arturo McFields adelantó que posiblemente Tardencilla sería retirado del puesto en menos de un mes porque en los pasillos del organismo en Washington había cierta inconformidad con la presencia del exguerrillero.
«La dictadura de Ortega ha quedado expuesta de manera irreversible ante este listado de asuntos que ha hecho el embajador McFields, situación que hay que reconocer, primero, como un acto de valentía; segundo, como una denuncia pública desde dentro del propio gobierno de Nicaragua», declaró, en ese entonces, Francisco Guerrero, secretario de Fortalecimiento de la Democracia en la Organización de Estados Americanos (OEA).