La comunicadora Berta Valle, esposa del exaspirante presidencial y actual preso político Félix Maradiaga, participó este jueves, seis de abril, en la Cumbre de Ginebra por la Democracia y los Derechos Humanos donde denunció la situación que enfrenta el reo de conciencia y la grave crisis que vive Nicaragua a manos del régimen de Daniel Ortega.
«En 2019, mi esposo Félix Maradiaga se paró aquí en este escenario y dijo que vio las semillas de esperanza que se estaban plantando en Nicaragua. Hoy está en prisión. Y estoy aquí para continuar su lucha contra los abusos más crueles a los derechos humanos que mi país jamás haya visto», inició su discurso Valle.
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La perseguida política expresó que tuvo la oportunidad «un asiento de primera fila para denunciar los abusos del régimen. Para 2016, Félix y yo éramos bien conocidos en todo el país. Yo por mis reportes, Félix por su trabajo y defensa de los derechos humanos».
«Nuestras vidas en Nicaragua corrían peligro»
En cuanto a la labor de Félix Maradiaga que lo llevó a estar en el radar del régimen de Ortega, Valle señaló que el opositor «comenzó a investigar la corrupción para el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas y poco después, Ortega anunció reformas al Seguro Social que aumentarían los impuestos y reducirían los beneficios para los nicaragüenses».
«En todo el país, la gente salió a las calles a protestar. La Policía respondió atacando violentamente a los manifestantes desarmados. Solo en abril de 2018, mataron a tanta gente», denunció.
La opositora nicaragüense subrayó que «como miembros destacados de la oposición» sabían que sus vidas estaban en peligro. «Así que Félix y yo tomamos la decisión imposible de llevar a nuestra hija Alejandra de 7 años a los EE. UU».
«Félix se quedó en Nicaragua para continuar su trabajo académico y su activismo político con el Instituto de Liderazgo de la Sociedad Civil, pero cuando testificó ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre los abusos de Ortega, el régimen emitió una orden de arresto en su contra, acusándolo de crimen organizado y financiamiento del terrorismo», manifestó.
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Recordó que para 2018, un grupo de partidarios del dictador Daniel Ortega golpearon a Maradiaga «tan severamente» que fue hospitalizado. Le dije que tenía que irse, así que se escapó a los Estados Unidos para estar conmigo y con Alejandra temporalmente».
«No hay nada democrático en el régimen de Ortega»
Luego de denunciar la detención arbitraria y los abusos que sufre el politólogo junto a una treintena de nuevos reos de conciencia en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, Valle señaló que Ortega ganó unas elecciones amañadas luego de encerrar a todos los aspirantes presidenciales.
«En noviembre, el régimen anunció que Ortega ganó las elecciones, pero no se equivoquen, no hay nada democrático en su régimen. Ha prohibido todos los partidos políticos independientes, ha arrestado a periodistas y ha cerrado organizaciones de medios», recordó.
«Hoy, Nicaragua es el único país de América Latina sin un periódico impreso. Este es un estado totalitario de partido único, donde no se permite la disidencia y se silencian las críticas», recalcó.
Enfatizó que con la ayuda de regímenes autoritarios como China, Rusia y Venezuela, Ortega y su familia controlan la economía de Nicaragua «y han amasado una enorme fortuna; mientras tanto, nuestros ciudadanos viven en la pobreza y más de 200,000 personas han huido del país, buscando desesperadamente trabajo, vivienda y comida en otros lugares».
«La vida de nuestros familiares está en las manos del régimen»
En entrevista con Artículo 66, Berta Valle dijo que las circunstancias que viven como familiares de un preso político es muy difícil, «vivimos todos los días una angustia, de saber de que la vida de nuestros familiares está en las manos del régimen», apuntó.
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«Yo estoy muy preocupada por mi esposo, pero también muy preocupada por la salud y las condiciones en las que están las personas presas políticas, no solamente en El Chipote, sino en los diferentes sistemas penitenciarios del país», indicó.
En cuanto a la conmemoración de los cuatro años de la represión a manos de Daniel Ortega, la periodista, afirmó que« la lucha cívica inició y que no se va a poder detener porque como nicaragüenses hemos entendido el valor de la libertad, de que no podemos vivir sin libertad».
«Yo creo que la llama que se encendió en abril sigue encendida, quizás no la hemos manifestado como antes debido al nivel de represión y de peligro que vivimos, pero obviamente que el anhelo de los nicaragüenses es tener libertad y democracia», remarcó.
Berta Valle concluyó que con el nivel de abstencionismo que hubo en las pasadas votaciones en Nicaragua «podemos darnos cuenta de que el pueblo ya tomó la decisión y la decisión es no reconocer a un gobierno ilegitimo, sobre todo por el nivel de violaciones de derechos humanos que han cometido».
Desde el exilio forzado al que se ha visto obligada, Valle dijo esta mañana al concluir su discurso que «sé que nuestra familia se reunirá algún día y sé que el régimen de Ortega caerá. El futuro de Nicaragua es la democracia y por eso nunca dejaré de luchar».