Un grupo de nicaragüenses en Canadá irrumpió el sábado, 26 de marzo, una actividad promovida por representantes de la dictadura de Daniel Ortega. En un acto celebrado en el Palacio de Congresos de Montreal los delegados del régimen presentaban la oferta turística de Nicaragua eludiendo la continua represión que enfrenta la nación.
Al momento de la participación de Nicaragua, con pancartas en manos, los opositores exigieron la libertad de todos los presos políticos, denunciaron las violaciones a los derechos humanos, el mal manejo de la pandemia y la inseguridad que significa el país para los turistas en las actuales condiciones.
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En el «piquete exprés» estuvo presente el embajador nicaragüense en Canadá, Maurizio Gelli, de origen italiano, quien, según la activista Bertha María Garay, salió rápidamente del lugar.
Además, los opositores denunciaron que la esposa del diplomático se dedicó a fotografiar a los compatriotas que se pronunciaron contra la dictadura.
«La presentadora por Nicaragua se puso muy nerviosa y por momentos se detenía pues no sabía lo que estaba pasando. La presentación de Nicaragua fue la última del día por lo que no había mucha gente en el lugar pero los visitantes de otros quioscos al ver lo que sucedía se precipitaron para tomar fotos y preguntar qué estaba sucediendo, muy sorprendidos comenzaron a hacer preguntas a los autoconvocados», informaron los opositores.
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Los convocante consideran que la breve actividad cívica fue un éxito, «se logró con el objetivo de dar a conocer que en Nicaragua se vive una dictadura, que hay muchos presos políticos (más de 177) en grave riesgo de muerte y que en estos momentos no es conveniente visitar Nicaragua».
Luego de la protesta, los autoconvocados nicaragüenses fueron expulsados por la seguridad del lugar, bajo la excusa que no era lugar para realizar esos actos.
Canadá es uno de los países de la comunicad internacional que ha condenado la represión desatada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El 10 de enero, a pocas horas de que Daniel Ortega se instaurara oficialmente en el poder por otros cinco años, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, calificó de ilegítima la toma de posesión y, por consiguiente, el mandato del dictador de Nicaragua.
En cuanto a las nuevas sanciones a funcionarios del Gobierno de Daniel Ortega, Canadá ha dado «la bienvenida a las acciones decisivas tomadas por sus socios internacionales, incluidos los Estados Unidos y la Unión Europea, y continuará trabajando con ellos para obtener apoyo y ejercer presión sobre el régimen para restaurar la democracia y respetar los derechos humanos».