Diversos grupos de oposición se han pronunciado por las declaraciones del embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, que denunció a la dictadura de Daniel Ortega ante la entidad continental.
La Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) calificó este acto como «un hecho sin precedentes, se trata de una denuncia expuesta, en el foro de su competencia, de un alto funcionario en el escalafón diplomático del país que expone las arbitrariedades y violaciones de derechos humanos de la dictadura que ostenta el poder ilegítimamente en Nicaragua».
«El pueblo de Nicaragua con esta acción debe tener aún más clara su convicción que la dictadura caerá, que no es viable para las grandes mayorías, que ya no gobierna y que se sostiene en el poder solo por la fuerza lo cual no es en el tiempo rentable, y el día de hoy quedó demostrado, que la coerción, coacción y chantaje tiene su límite», escribió el grupo opositor en una nota de prensa distribuida a medios de comunicación esta tarde.
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Además, se solidarizaron con los funcionarios de la dictadura que son víctimas del régimen que «a diario son sometidas para ser instrumentos de actos de corrupción desmedidos que benefician a la cúpula y élite de la tiranía Ortega-Murillo».
Reconocen «valor, firmeza y determinación» de McFields
La Unidad de Exiliados Nicaragüense (UEN) expresó su «asombro y agradecimiento» al embajador de la dictadura que «valientemente» ha denunciado al régimen ante la OEA. «UEN reconoce el valor, firmeza y determinación que han tenido algunos funcionarios públicos para denunciar las graves violaciones sistemáticas de los derechos humanos desde abril de 2018», destaca.
«Vemos en ellos las grandes presiones, amenazas, intimidaciones contra la gran mayoría de la fuerza laboral pública del país. Las palabras del diplomático reflejan la desesperación del pueblo que clama justicia y libertad», añade.
Exigieron a la comunidad internacional tomar la palabra del embajador nicaragüense y contribuir de una forma más «beligerante en la democratización de Nicaragua» porque urge que las acciones diplomáticas contribuyan a ese fin.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, resaltó la denuncia de McFields al régimen Ortega Murillo «por su historial de opresión y derechos humanos». «Felicitamos al embajador el coraje de McFields al dar voz a los millones de compatriotas nicaragüenses que esperan un retorno a la democracia», escribió en Twitter.
Denuncia de McFields «reafirma denuncias de organismos»
El observatorio independiente Urnas Abiertas manifestó, en un comunicado, que las palabras del embajador de Ortega reafirma la denuncia de organismos nacionales internacionales que en «Nicaragua no hay Estado de derecho y que persiste un sistema autoritario: se reprime la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho a la movilización, se reprimen a las organizaciones de sociedad civil, a los partidos políticos y no existe separación de poderes».
«Las personas funcionarias públicas han sido también de las principales víctimas porque se han visto obligadas a ejercer su voto a favor de Ortega, han realizado aportes de trabajo y económico al partido, han hecho campaña en horario laboral, han sido despedidos arbitrariamente por represalias, incluso tuvieron que mandar foto de su boleta marcada con su nombre», reza el documento.
El observatorio destacó la importancia de la aprobación de un mecanismo internacional especial de rendición de cuentas para investigar y documentar las graves violaciones de Derechos Humanos que han sido cometidas en el país.