El sancionado jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés, en medio de alabanzas por el trabajo que realiza la institución castrense que él dirige, dedicó tiempo para arremeter contra los medios de comunicación independientes llamándolos «manipuladores y mercenarios de la información».
«Reiteramos nuestra firme disposición de seguir trabajando sin reserva a pesar de señalamientos mal intencionados, sin fundamentos, faltos de ética y manipuladores de algunos pocos mercenarios de la información, y hacedores de opinión que solo desean el caos y la destrucción de la patria», manifestó Avilés en el acto de clausura del Plan de Protección y Seguridad de la Cosecha Cafetalera ciclo productivo 2021-2022.
El discurso de Avilés sigue la misma línea de ataques dirigidos por Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la prensa independiente, a quien prácticamente le han declarado la guerra.
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En el evento, en el que también participó el sancionado hijo de la pareja presidencial Laureano Ortega, Avilés enalteció al Ejército por su labor en las comunidades remotas del país, pero calló sobre la masacre perpetrada a comunitarios indígenas, donde se ha solicitado que los militares intervengan para acabar con la invasión de colonos a sus tierras, que deriva en secuestro y crímenes.
Recientemente las comunidades indígenas mayangnas denunciaron el asesinato a un defensor de tierras comunales que luego de reportarse como desaparecido fue encontrado muerto y con signos de tortura después de siete días de búsqueda. El comunitario era conocido por su principio de defensa de las tierras tierra, su vocación al deporte cultural y occidental reconocido a nivel internacional entre los pueblos indígenas de Latinoamérica.

La última vez que Avilés se refirió a la situación decidió lavarse las manos asegurando que la Policía del régimen es la encargada de investigar los sucesos donde se han registrado decenas de asesinados en los últimos años.
«Nosotros en todas las zonas tenemos presencia y tengan la plena seguridad que el despliegue de tropas que tenemos en esos territorios remotos de la montaña están apuntados en la dirección de proteger a todo el sector rural. Cuando hablan de los colonos pues se dan situaciones lamentables, muchas veces problemas de tierra, vendettas; y en todo caso es a la Policía Nacional que le corresponde eso y a las autoridades de la Fiscalía, autoridades judiciales que tienen la competencia para determinar los responsables de hechos delictivos que se presentan ahí y llevarlos a la justicia», justificó Avilés.
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Este 22 de marzo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) señaló que los periodistas independientes del país enfrentan «una de las dictaduras más feroces de la historia latinoamericana. Debemos cerrar filas para evitar que el régimen nicaragüense siga coartando las libertades de los ciudadanos y destruyendo el Estado de derecho», dijo el presidente de la organización regional con sede en Miami, Jorge Canahuati.

La organización señala que Daniel Ortega y su aparato represor ha desencadenado «un clima de terror en Nicaragua», al mismo tiempo demandan que los periodistas encarcelados sean puestos en libertad.
Al menos 104 ataques contra la libertad de prensa ocurrieron en Nicaragua en febrero pasado, según los registros de Voces del Sur. En ese mes aumentó, además, la «judicialización» de la práctica periodística, el silencio de las fuentes informativas, así como el exilio forzado de periodistas nicaragüenses, advirtió la organización.