La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) emitió la noche del miércoles, nueve de marzo, un escueto comunicado donde confirma la salida del nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag.
Los obispos nicaragüenses se mostraron agradecidos por la gestión diplomática del Vaticano en el país. «Siempre nos ha acompañado en nuestra labor pastoral, haciendo presente el magisterio y la persona del papa (Francisco)», señalan los líderes católicos.
Noticia relacionada: «Expulsión de facto» del nuncio entorpecerá más las relaciones del régimen de Nicaragua con el Vaticano
La nota eclesial no aclara si Sommertag fue retirado por el papa o por una supuesta «amenaza de expulsión», como han asegurado algunos medios alternativos.
«Por cuanto a su acreditación (de Sommertag) ante el gobierno de Nicaragua este asunto es de exclusiva competencia bilateral de la Santa Sede y el Gobierno (…) esta Conferencia Episcopal por deferencia y respeto a los procedimientos de la Santa Sede, se abstiene de pronunciarse sobre este tema», subrayan los obispos.
Malas relaciones entre Vaticano y régimen orteguista
El presidente del Episcopado y obispo de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera, confirmó en declaraciones al noticiero de Canal 10 que las relaciones diplomáticas entre Managua y Roma están en su momento más bajo.
«Por órdenes del papa (Francisco), él (Sommertag) dejó al secretario en la función de diplomático por el momento hasta que se nombre un nuevo nuncio», aseguró por vía telefónica monseñor Herrera.
El jerarca católico de esta manera confirmó que se había producido un cierre en el canal de comunicación que existe entre el Vaticano y el régimen orteguista.
«Últimamente no se han tenido buenas relaciones, entonces posiblemente el Papa ha decidido que (Sommertag) renuncie a esa función», dijo el líder religioso.

Consultado por Artículo 66, el periodista venezolano Rixio Portillo, especialista en temas religiosos, indicó que la notificación de la Nunciatura en Managua sobre la ausencia de Sommertag no es algo común en las relaciones diplomáticas de la Santa Sede.
«No es común esa información, a menos que sea una ausencia prolongada. Y mientras no sea un nombramiento o renuncia, seguiría como titular. Los encargados de negocios tienen ciertas limitaciones y podría detenerse ternas para obispos, pero si es como en Venezuela, que no hay nuncio, las condiciones cambian», declaró Portillo, columnista de la prestigiosa revista católica Vida Nueva de España.