La opositora y presa política Samantha Jirón fue condenada a ocho años de cárcel y a pagar 30 mil córdobas de multa por los supuestos delitos de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» y por cargos de conformidad con la Ley de Ciberdelito.
La sentencia se dictó el lunes, siete de marzo, en los juzgados de Managua. Estuvo a cargo del juez Melvin Leopoldo Vargas García, del Juzgado Séptimo Distrito Penal de Juicio de Managua, mismo que la declaró culpable el dos de este mismo mes.
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Una fuente dijo a Artículo 66 que Jirón fue condenada sin presencia de su abogada, porque no se le notificó que se leería sentencia. Además, señalan que el judicial expresó que no era de importancia que estuviera presente la defensa, sabiendo que a partir de ese procedimiento comienza el plazo para poder promover el recurso de apelación.
Este medio de comunicación consultó a un experto en derecho penal acerca de si es ilegal o arbitrario que no se permita a la defensa estar en la lectura de sentencia de un preso político y este indicó que «en todo contexto es ilegal porque en toda condena debe estar el o la abogada defensora».
«Samantha no se siente derrotada»
Familiares de la estudiante universitaria afirmaron estar «consternados» porque tampoco sabían de la condena por parte de la justicia de Daniel Ortega. «Una custodio de La Esperanza (penal de mujeres) dijo que sí había sido llevada a los juzgados pero que no tardó», detallaron.
«Samantha sabe que es inocente y que esta es un condena injusta, porque no ha cometido ningún delito. Además, afirma que no se siente derrotada; es triste, pero sabemos que no va a pasar ocho años encerrada porque pronto se hará justicia»

«No podemos colgar los guantes; no nos cansaremos de demandar la libertad para nuestras presas y presos de nuestros país», dicen los familiares de Jirón.
La activista política desde el primero de diciembre de 2021 está cautiva en el Sistema Penitenciario de Mujeres, conocido como «La Esperanza», en Tipitapa, luego de permanecer presa en la estación policial del Distrito tres de Managua a raíz de su detención arbitraria el nueve de noviembre de ese mismo año.
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Jirón estuvo exiliada en Costa Rica por más de un año tras la represión y asedio en su contra, regresó a Nicaragua en 2020 y pese a la constante persecución por parte de la Policía y simpatizantes sandinistas siguió trabajando en activismo político con la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab).
En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, organizaciones opositoras, grupos feministas y familiares de presos políticos de Nicaragua han demandado la libertad de las 14 mujeres presas políticas, enjuiciadas y condenadas por la justicia de Ortega.