El régimen de Daniel Ortega ha evitado pronunciarse sobre el fallecimiento del exmagistrado del Poder Electoral Roberto Rivas, quien murió la madrugada del domingo, seis de marzo, luego de haber estado internado por más de cinco meses en el Hospital Vivian Pellas en Managua, por síntomas asociados al COVID-19.
En la alocución de este lunes, a través de los medios de propaganda del Gobierno, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, ni siquiera hizo referencia al deceso del que fuera el «contador» de votos de Daniel Ortega.
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Cabe señalar que ni la nueva administración del Consejo Supremo Electoral (CSE) se ha pronunciado por la muerte del exmagistrado, pese a que es una información pública.
En vida, Rivas Reyes fue muy cercano a la actual familia dictatorial de Nicaragua, lo que lo llevó a ser señalado durante años como uno de los personajes más corruptos de la administración pública del país por su desfachatez, los múltiples señalamientos de corrupción, enriquecimiento ilícito y varios fraudes electorales que facilitaron la permanencia ilegal y abusiva de Daniel Ortega, Rosario Murillo y toda la cúpula que se enquistó en el poder.
En diciembre de 2017, Rivas fue sancionado por Estados Unidos con la aplicación de la Ley Global Magnitsky y a través de dicho mecanismo, fue incluido en una lista de criminales, narcotraficantes, corruptos y violadores de derechos humanos en el mundo.
Desde hace semanas se conocía que el expresidente del CSE podría fallecer en cualquier momento. Los médicos ya no daban probabilidad de vida. Fuentes médicas aseguraron que había perdido tanto peso que estaba irreconocible. Pese a su condición de salud, el régimen orteguista nunca se refirió a su caso.
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Desde que fue sancionado, poco se hablaba del expresidente del Consejo Supremo Electoral, hasta que se supo de su ingreso a un hospital donde pasó postrado a una cama sin ninguna probabilidad de vida.
Murillo saluda Día de la Mujer, pero ignora a presas políticas
La intervención de la primera dama duró ocho minutos con 27 segundos, en los cuales habló de la víspera del Día Internacional de la Mujer, que se celebra mañana martes, ocho. Afirmó que las mujeres son protagonistas del desarrollo en el país, pero sigue callando ante el encierro de más de una decena de presas políticas.
«Agradecidos a Dios, al universo, a las mujeres protagonistas y potentes de nuestra Nicaragua bendita, que vamos adelante, haciendo caminos al andar, que vamos adelante creando el porvenir con trabajo bueno, estudio, seguridad y paz», dijo.
«Desde el viernes pasado estamos reconociéndonos como lo que somos, grandes heroicas y potentes mujeres que honramos la patria con nuestro trabajo y sobre todo con nuestra conciencia de libertad, dignidad, equidad, fraternidad», agregó la portavoz del Gobierno de Ortega.
En otro tema, la vicedictadora hizo referencia al proceso de vacunación contra el COVID-19. Recalcó que más del 64 por ciento de la población total de dos años a más ha completado el esquema de vacunación contra el coronavirus.