La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, arremetió una vez más en contra de la oposición de Nicaragua, al acusarlos de pretender destruir la ciudad colonial de Granada, en referencia a la quema de la Alcaldía de esa ciudad registrada en el marco de las protestas antigubernamentales en 2018.
En su intervención con los medios oficialistas, la portavoz del régimen, mientras se disponía a detallar los proyectos sociales que se han ejecutado en Granada, recordó las manifestaciones que se realizaron en el contexto del estallido social de abril 2018 en esta zona e indicó que las personas que se protestaron contra su gobierno quisieron destruir esa ciudad.
Granada, «esa ciudad que quisieron destruir los destructores, los terroristas y no pudieron. Los William Walker de estos tiempos pero no pudieron ni podrán, porque aquí el amor es más fuerte que el odio y trabajamos con amor», aseveró Murillo.
Murillo, orgullosa por presencia de delegación Rusa en Managua
En su monólogo de casi 17 minutos, Rosario Murillo manifestó que la «llena de orgullo» recibir al presidente de la Duma Estatal de Rusia, Viacheslav Volodin, en Nicaragua.
En referencia a la delegación rusa en Nicaragua, la vicepresidenta dijo que «nos llena de orgullo que en estos días nos encontramos y nos reunimos siempre buscando la paz y el bien, siempre priorizando los derechos humanos y siempre priorizando las causas de la justicia, que son las causas del amor».
Durante la visita oficial del funcionario ruso se discutirán temas de cooperación entre ambos países, así como el «desarrollo ulterior del diálogo interparlamentario».
El arribo de la delegación rusa a Nicaragua se da en contexto hostil y de guerra, debido a la invasión que ejecutó Vladimir Putin al territorio ucraniano, este jueves, 24 de febrero.
Noticia relacionada: Volodin justifica a Putin. Asegura que Ucrania irrespetó los acuerdos de Minsk y «realizó la política del genocidio»
Rusia fue uno de los pocos países de la comunidad internacional, junto a Irán, Venezuela y Corea del Norte, que felicitó a Ortega y reconoció los resultados de las votaciones presidenciales del siete de noviembre que selló un nuevo mandato del binomio Ortega-Murillo en la Presidencia de Nicaragua.