El secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, lamentó la muerte del general en retiro y prisionero político Hugo Torres.
El diplomático representante del Gobierno de Pedro Sánchez escribió en su cuenta de Twitter que «lamentamos profundamente la muerte del preso político Hugo Torres, detenido arbitrariamente, encarcelado en condiciones inhumanas y procesado sin garantías».
El disidente sandinista falleció el sábado 12 de febrero, en el Hospital Roberto Huembes, propiedad de la Policía orteguista, luego de haber sido ingresado de forma secreta por afectaciones en su salud.
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Fernández, en nombre de la administración de Sánchez, demandó a Ortega «liberar inmediata e incondicionalmente a los presos políticos y garantizar los derechos humanos y la democracia en Nicaragua».
El 13 de junio de 2021, el «comandante uno», como era conocido Hugo Torres, fue secuestrado por agentes policiales. Luego fue acusado por supuesta «conspiración a la patria», estuvo 244 días recluido en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», en Managua.
El general Hugo Torres fue guerrillero sandinista y en 1974 participó en una operación armada conocida como la toma a la casa de José María «Chema» Castillo, un funcionario de alto nivel de la dictadura somocista. Con esa acción, Torres buscaba negociar la liberación de 14 presos políticos de la otrora poderosa dictadura dinástica, entre ellos Daniel Ortega, el mismo que se convirtió en su verdugo hasta su muerte.
Hasta el momento, se desconocen las causas de la muerte de Torres Jiménez, mucho menos dónde fue sepultado. Su familia dijo que no se harían honras fúnebres y solicitó respeto a su decisión.
El repudio por la muerte de Torres se ha generalizado a nivel nacional e internacional. La Organización de Estado Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han exigido respuestas claras por la muerte del disidente sandinista.