El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) hizo hincapié en la situación en la que se encuentran los presos políticos Mauricio Díaz y Violeta Granera. La organización asegura que los opositores presentan deterioros en su condición física y psicológica debido a las torturas implementadas por el régimen, información recabada tras la última visita realizada por sus familiares.
«La condición física y mental de Mauricio Díaz ha empeorado, según familiares que lograron verle durante la quinta visita en El Nuevo Chipote», resalta el organismo defensor de derechos mediante una alerta emitida en sus redes sociales. Afirma que el directivo del extinto partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) «sufre lagunas mentales, tiene desmayos repentinos y tiene manchas en varias partes del cuerpo».
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Sus familiares alertaron que Díaz contrajo nuevas enfermedades debido a los constantes interrogatorios, torturas psicológicas y las malas condiciones en las que se encuentra, en especial, tratándose de una persona de edad avanzada. «Uno de los médicos practicantes de la clínica le diagnosticó polineuritis y escoliosis, dos enfermedades que nunca había padecido», aseguraron.
A su vez destacan la pérdida de peso que ha mostrado el rehén de la dictadura, por lo que aseguran «su vida corre peligro». Díaz fue secuestrado el nueve de agosto después de salir de una entrevista en el Ministerio Público. Fue acusado por la dictadura de Daniel Ortega por el supuesto delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional».
El Cenidh también mantiene alerta por la salud de Violeta Granera, otra encarcelada del régimen que ha presentado deterioros físicos y mentales «alarmantes» con problemas de ansiedad, problemas con su dentadura y aseguran que actualmente se encuentra pesando 130 libras debido a la mala alimentación, ya que ella debería seguir una dieta estricta por sus enfermedades desarrolladas por la edad.
El estado emocional de la dirigente de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) es también de mucha preocupación para sus familiares y la organización, pues denuncian que desde la última visita la han encontrado muy desanimada debido a las torturas psicológicas y tratos humillantes a los que ha sido sometida desde su encarcelamiento.
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«Los interrogatorios continúan diariamente, las luces de su celda encendidas las 24 horas del día, les prohíben cualquier tipo de comunicación con personas de otras celdas, no tiene acceso a ningún material de lectura, entre otras formas de tortura», sostuvieron.
Los hijos de la opositora y activista detallaron que los problemas de ansiedad de Granera han aumentado en los últimos días ante la incertidumbre de saber si su madre, la señora Violeta Padilla, de 95 años fallezca sin ser informada, como ha sido el caso de otros encarcelados del régimen.