Rosario Murillo, vocera del régimen de Nicaragua, arremetió contra los nicaragüenses que no respaldan a su dictadura y los acusó de apoyar los intereses del extranjero; los tildó de «minúscula minoría» y de no conocer la realidad del país por ver con «ojos desamorados».
En su intervención meridiana por los medios oficialistas de este martes, 25 de enero, Murillo afirmó que sus adversarios no «quieren ver» cómo ha crecido económicamente el país por estar enfocados en intereses ajenos a Nicaragua.
«Toda esa economía es la que no quieren ver los que tienen pupilas extranjeras, corazones que responden a otros intereses y sobre todo que tienen amos que son hijos del dominio de extranjeros, de intereses extranjeros, pero bueno son la minoría, minúscula minoría», dijo la vicepresidenta.
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Aseguró que su Gobierno y los simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) asumen la realidad tal cual es, porque no ven la realidad con «ojos ajenos o extranjeros» y que ellos sí conocen a profundidad la situación de Nicaragua. Según el régimen, el país alcanzó un «crecimiento extraordinario» de más del 9 %.
«No vemos la realidad con ojos ajenos o extranjeros, o desamorados, no, vemos la realidad, conocemos los retos, los desafíos, no los ignoramos, pero vemos la realidad con la esperanza que nadie puede arrebatarnos», enfatizó.
«No vemos para atrás, nunca hemos visto para atrás siempre vemos hacia adelante, hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas, que atrás jamás, el pasado no se puede cambiar, el futuro si se puede cambiar y se cambia con optimismo, con buena esperanza, cristiana, solidaria, fraternal, con alegría y con el ojo, el ojo generoso y bondadoso del amor, amor al prójimo», resaltó.
Según las declaraciones de Rosario Murillo, el país sigue creciendo económicamente, sin embargo los datos oficiales revelan que el empleo informal ha incrementado y que los nicaragüenses necesitan devengar casi tres salarios mínimos para tener lo justo y garantizar los productos que contiene la cesta familiar, esto se debe a su alto costo.
El Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) detalló que la canasta básica en Nicaragua ha alcanzado un alza de 11.9 % de diciembre 2020 a 2021. Al cierre de año, los 53 productos que integran la cesta familiar llegaron a los 16,255.38 córdobas, cuando el salario mínimo apenas alcanza los 6,590.83 córdobas.
De acuerdo con el economista Enrique Sáenz el incremento de la cesta familiar podría generar más hambre en los hogares nicaragüenses, a causa de su costo. «El aumento de la canasta básica, principalmente el aumento del componente de comida de la canasta básica, se traduce en más hambre para las familias nicaragüenses», puntualizó.
El analista escribió recientemente en Twitter que «el gobierno pregona un crecimiento económico espectacular pero, según el Banco Central de Nicaragua en diciembre de 20221 el INSS (Instituto Nicaragüense de Seguridad Social) perdió 4,450 afiliados».
Esas cifras contradicen la bonanza que intenta mostrar el orteguismo y de acuerdo con Sáenz solo representan el cierre de más empresas o la reducción de sus actividades, lo que se traduciría en más desempleo y quiebre de empresas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su más reciente informe sobre la seguridad alimentaria en los países de América Latina y el Caribe posicionó a Nicaragua entre los tres países de la región donde la gente pasa más hambre. La nación centroamericana solo fue superada por Haití y Venezuela.
El escrito refleja que dos de cada 10 nicaragüenses tienen dificultades para tener sus tres tiempos de comida, una situación que ha venido en aumento a raíz de la crisis política. Indican que entre el 2018 y el 2020; el 19.3 % de la población nicaragüense enfrentó dificultades para obtener los alimentos.