A través de un comunicado, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) dio su respaldo a la denuncia interpuesta por los familiares de la opositora y actual presa política Ana Margarita Vijil, quienes informaron que un Oficial de alto rango ingresó en estado de ebriedad a la celda de la activista política y la agredió
«Nos unimos a las justas demandas realizada por los familiares de Ana Margarita, las cuales el Estado tiene la obligación de cumplir», refrió la organización opositora, recordando que este jueves, 30 de diciembre, Vijil está cumpliendo 200 días de estar secuestrada «en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocidas como El Chipote».
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Los integrantes de la UNAB —muchos de ellos en el exilio— expresaron su solidaridad con los familiares de la también integrante de la Unión Democrática Renovadora (UNAMOS), por la «situación de gravedad e incertidumbre» en la que se encuentran.
«Queremos recordar que tanto Ana Margarita como todas las personas presas políticas no deberían estar secuestradas por demandar justicia, libertad y democracia para Nicaragua, mucho menos en estas fechas especiales», recalcaron.
Así mismo hicieron un llamado a la comunidad internacional a realizar las gestiones necesarias «para seguir presionando al régimen de Daniel Ortega para que libere a lo inmediato a todas las personas presas políticas, así como seguir sancionando a quienes han cometido y siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad».
La Unab dijo respaldar la demanda de María Josefina Gurdián, madre de la opositora y presa política, quien exigió al régimen orteguista permitirle ingresar a el «Chipote» junto con otro familiar, en acompañamiento de un representante de la Cruz Roja Internacional para verificar sus condiciones físicas y psicológicas.
Gurdián demandó además se realice una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido el 19 de diciembre, donde Vijil fue victima de violencia policial.
En la conferencia de prensa virtual de este jueves, 30 de diciembre, los familiares de Ana Margarita Vijil denunciaron ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y Amnistía Internacional las agresiones en contra de la opositora de 44 años.
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Otras de las exigencias de la progenitora de la rea política es el cese del aislamiento, tanto de su hija como de Tamara Dávila, Suyén Barahona y Dora María Téllez. También exigen se detengan las torturas y se libere a las más de 150 personas presas políticas.
Vijil está detenida arbitrariamente desde el 13 de junio, acusada por la Fiscalía de «traición a la patria»; solo en dos ocasiones el régimen de Ortega ha permitido que sus familiares puedan verla y persiste en negarle el acceso de alimentos.