María Josefina Gurdián, madre de la opositora y presa política Ana Margarita Vijil, denunció ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y Amnistía Internacional, que la madrugada del 19 de diciembre, un oficial de alto rango de la Policía de Daniel Ortega agredió a la activista política.
Según su progenitora, recibieron información «creíble» que el agente policial ingresó en estado de ebriedad a la celda donde está recluida la integrante de la Unión Democrática Renovadora (Unamos) y la agredió, aunque dijo desconocer qué tipo de violencia fue objeto su hija.
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«Hasta el momento de esta comparecencia no sabemos cuál es el tipo de violencia que sufrió mi hija ni la dimensión de los daños» refirió «Pinita», como es conocida la madre de Vijil.
«Estoy con una salud bien frágil, acabo de pasar dos cirugía, estuve al borde de la muerte, por eso tuve que ser intubada; tenia horror de morir antes de que Ana Margarita me pudiera ver. Fue una cosa muy dura, estoy en sesiones de quimioterapia por el cáncer que me aqueja, estoy sufriendo una depresión porque es muy duro no saber de mi hija», agregó Gurdián.
Además expresó que de confirmarse la denuncia que recibieron de la agresión contra Ana Margarita, sería una situación grave. «Nos preocupa por la posición de presunto oficial de alto rango que ingresó a su celda y en el estado que lo hizo».
«Mi hija está injustamente incomunicada, momentáneamente secuestrada por el Estado de Nicaragua», enfatizó la madre de Vijil, quien afirmó que el régimen de Ortega es responsable de la seguridad personal de la opositora y de todos los presos políticos en las diferentes cárceles del país.
Exigen respuesta por parte del régimen de Ortega
Ante el silencio por parte de la Policía orteguista, los familiares de Ana Margarita Vijil demandan al Gobierno de Nicaragua responder qué fue lo que ocurrió la madrugada del 19 de diciembre, cuando fue agredida la opositora de 44 años.
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También demandan saber qué tipo de agresión sufrió Ana Margarita y en qué estado se encuentra. «Por qué un oficial entró a su celda y en estado de ebriedad y quién autorizó el acceso del oficial y quién fue el agresor», demandan.
Demandan se les permita ver a Ana Margarita Vijil
Otras de las demandas que hace María Josefina Gurdián al Gobierno de Daniel Ortega, es que se le permita ingresar junto con otra de sus familiares y con acompañamiento dé algún representante del Comité Internacional de la Cruz Roja a «El Chipote» para saber de manera inmediata de la situación física y emocional de Vijil.
Además exige que cese el asilamiento en contra de su hija y de las presas políticas Támara Dávila, Suyen Barahona, Dora María Téllez «y todas las presas políticas que están detenidas injustamente».
«Exigimos que se realice una investigación exhaustiva, efectiva y ética sobre todos estos hechos e identifique los responsables y se castigue a los culpables. Exijo se detengan estas torturas y se restablezcan los derechos para todos y todas», recalcó.
Amnistía Internacional demanda la liberación de Ana Margarita Vijil
Por su parte, Erika Guevara, directora de Amnistía para las américas dijo que seguirán demandando justicia y la libertad para Ana Margarita Vijil y todos los presos políticos.
«Hay que recordar que Ana Margarita Vijil es una activista política y que fue detenida arbitrariamente el 13 de junio. Ha sido sujeta desaparición forzada por varios meses. Esta detención carece de toda legalidad…», agregó Guevara.
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Además afirmó que Amnistía Internacional está preocupado por el estado de vulnerabilidad de Ana Margarita Vijil, porque no se le están respetando sus derechos. «Los malos tratos son considerados crímenes internacionales y sujetos a penalizaciones».
Vilma Núñez, directora del Cenidh, informó que retomarán la denuncia y darán seguimiento al caso para exigir respuesta al régimen de Daniel Ortega que sigue callando ante todas estas agresiones en contra de las y los presos políticos.
Vijil fue secuestrada el 13 de junio por la Policía orteguista, actualmente está siendo acusada «de traición a la patria». Durante todo este tiempo, la dictadura sandinista solo ha permitido en dos ocasiones que los familiares de presos políticos puedan visitarlos y mantienen restringido el acceso a alimentos.
