«Esta Navidad su casa está a oscuras, sin árbol, luces ni adornos… no habrá cena ni celebración», así pasaron la Nochebuena los familiares de la activista y miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) Violeta Granera, quien fue detenida arbitrariamente por la Policía de Nicaragua desde el ocho de junio de 2021.
En esos meses, el régimen de Daniel Ortega emprendió una cacería contra líderes opositores de cara a sus elecciones presidenciales, en las que el dictador se impuso en el poder junto a su mujer, Rosario Murillo.
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A través de una publicación en redes sociales de la página LibertadParaVioletaG, los familiares de la presa política recuerdan estas fechas, las que desde 2018 se habían convertido para Granera en una manera de recordar a los rehenes de Ortega.
«El árbol de Navidad se convirtió en un altar para nombrar y visibilizar a los presos políticos: la lucha por la libertad de ellos y de Nicaragua.Con dedicación y esmero revisaba las listas de presos políticos y en sus peticiones siempre incluyó una Navidad sin presos políticos…Nosotros no nos imaginamos que este año la lista se engrosaría con el nombre de nuestra madre y decenas de personas más», dice parte del mensaje, en el que insisten en su demanda de libertad para los reos de la dictadura, lista que ya supera los 160.
Los parientes de la lideresa señalan que previo al 24 de diciembre, desde noviembre, Granera iniciaba los preparativos, porque estas fechas representan la oportunidad de encuentro y de compartir con la familia y amigos. Subrayan que ella se encargaba de «sacar las cajas llenas de adornos de la bodega, ir abriéndolas poco a poco y empezando a decorar cada rincón de la casa».
La petición de la familia Granera es la misma de centenares de presos políticos. «En la casa de cada uno de nosotros sus hijos, nietos, nietas, sobrinos, sobrinas, y amigas, amigos, hay una petición especial: ¡Qué nuestra madre, Violeta Granera, pueda regresar a su casa y celebrar en libertad el nacimiento de Jesús! Hoy, el árbol de Navidad tiene su nombre: ¡Libertad para Violeta Granera!», remarcan.
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La activista tiene seis meses y medio recluida en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote». El ocho de junio, alrededor de las 9:30 de la noche, Granera fue detenida. La investigan supuestamente «por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación, incitar la injerencia extranjera en los asuntos internos» y otros cargos establecidos en la controvertida Ley de Soberanía (Ley 1055), impulsada por el régimen.
En el tiempo que lleva encerrada, Granera ha perdido 25 libras de peso y sus familiares denuncian que su situación es «precaria. Presenta problemas en su dentadura y estómago, por lo tanto, le cuesta ingerir alimentos. Únicamente ha recibido tres visitas.
Julio Sandino, hijo de Granera, relató a mediados de noviembre al equipo de Artículo 66 que el deterioro físico de Granera «se debe a que perdió unos puentes dentales que tenía, entonces le está costando bastante comer, está comiendo poco y lento. Además, ella (Violeta Granera) tiene una dieta bastante estricta por temas de salud, en ese tema no ha mejorado».