Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, hizo un llamado a escuchar «el clamor de los pobres y excluidos» y sus ansias de libertad y liberación. El mensaje fue compartido este domingo, 19 de diciembre, durante la Santa Misa y apertura de su segundo Sínodo Diocesano, tiempo de reflexión sobre diversos temas eclesiásticos en una asamblea de sacerdotes y laicos.
El jerarca católico resaltó la importancia de una Iglesia sinodal en «comunión, participación, misión y liberación» que se traduce en la responsabilidad y participación de todo el pueblo de Dios en la vida y misión de la Iglesia. «Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable», enfatizó el prelado ante las secretarías sinodales, Clero Diocesano y fieles.
Durante su homilía, explicó que «la evangelización es camino de libertad y liberación» y rememoró que la Confederación de Puebla afirmó «la importancia del reconocimiento de los derechos de toda persona que lucha y sufre, y de la supresión de las violencias físicas y morales, los abusos de poder, porque todo aquello que afecta la dignidad del hombre hiere de algún modo al mismo Dios».
«Hoy nos hacemos eco del mensaje final de la Asamblea eclesial de América Latina y el Caribe haciendo mención del dolor de los más pobres y vulnerables que sufren el flagelo de la miseria y las injusticias, escuchamos el clamor de los pobres, excluidos y descartados. Nuestro tiempo se caracteriza por la aspiración a la libertad y liberación; personas y pueblos enteros manifestamos estas ansias de libertad y liberación; la conciencia de la libertad y de la dignidad del hombre junto con la afirmación de los derechos inalienables de la persona y de los pueblos, es una de las principales características de nuestro tiempo», manifestó desde la Catedral San Pedro Apóstol.
Noticia relacionada: Monseñor Álvarez: «El demonio quiere un pueblo sepultado, pero mantendremos la esperanza»
Añadió que «la libertad exige unas condiciones de orden económico, social, político y cultural que posibliten su pleno ejercicio. La viva percepción de los obstáculos que impiden el desarrollo de la libertad y que ofenden la dignidad humana es el origen de las grandes aspiraciones a la liberación que todos tenemos».
Monseñor Rolando Álvarez invitó a los participantes a «escuchar», a través de la Palabra, la participación en los sacramentos, la lectura atenta a los acontecimientos históricos. «El discernimiento comunitario implica la escucha atenta y valiente de los gemidos del Espíritu que se abren camino a través del grito, explícito o también mudo, que brota del pueblo de Dios. Escucha de Dios hasta escuchar con Él el clamor del pueblo, escucha del pueblo hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama», manifestó.
Enfatizó que «es un momento para hablar con franqueza y sin miedo porque vivimos en libertad, en transparencia, con fuerza, fervor, audacia y dinamismo para abrirnos al mundo, a la historia, a las dificultades y a los retos que nos presenta la realidad global, nacional y particular».
El segundo Sínodo Diocesano fue convocado solemnemente este día en la celebración de los 97 años de erección canónica de la Diócesis de Matagalpa; cuya cuarta y última etapa será en 2024. Se pretende que el Sínodo conduzca a la celebración del 100 aniversario de la Diócesis, en ese año.