Kitty Monterrey, presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), despojado de su personería jurídica a las puertas de las votaciones de Daniel Ortega, dejó en claro que la única solución a la crisis política de Nicaragua es la vía electoral y un diálogo «sincero».
«No hay otra solución más que la vía electoral, y lo digo con certeza porque lo hemos visto en el mundo donde existen dictaduras», dijo la dirigente, desde el exilio, en entrevista especial al diario La Prensa, publicado este domingo, 28 de noviembre.
Sin embargo, indicó que es indispensable una serie de requisitos previos para que en Nicaragua se realice un verdadero Diálogo Nacional y el país pueda realmente ir a un proceso electoral en el 2022. Detalló que unas elecciones no pueden ser consideradas «verdaderas», «mientras haya presos políticos, mientras existan leyes represivas, y mientras el exilio no pueda retornar de forma segura».
Si se dieran todas esas condiciones y un diálogo real, entonces, la oposición debe hacer los esfuerzos para, con el apoyo de la comunidad internacional, poder llegar a un proceso de elecciones libres y transparentes. «No solo hablar de elecciones municipales, sino de unas verdaderas elecciones presidenciales. Adelantar elecciones. Por supuesto. ¿Va a aguantar el pueblo de Nicaragua cinco años más de Daniel Ortega en el poder? Bien difícil», subrayó.
Diálogo sin presos políticos, sin leyes represivas y con actores relevantes
Con respecto al tercer diálogo nacional que el dictador calcula realizar el próximo año, Kitty Monterrey manifestó que desconoce si Ortega convocará a un «diálogo sincero» y no a un «simulacro».
Explicó que sería un «simulacro» si llama a los mismos políticos que lo acaban de acompañar en la «farsa electoral», si los opositores continúan en las cárceles y las leyes represivas, en función. «Son tres cosas que, para mí, definitivamente, indicaría que es un simulacro y no un diálogo sincero», sostuvo.
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La política también respaldó la posición de la Iglesia católica que, según el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal (CEN), monseñor Carlos Herrera, estaría dispuesta a mediar en el posible tercer diálogo. Para Kitty Monterrey, la Iglesia está en lo correcto en mostrarse abierta a ser mediadora si ve «un diálogo sincero». Pero cuestiona, ¿a quién va a llamar Ortega?
La derrota de Ortega en su propia «farsa electoral»
Sobre las recientes elecciones «ilegítimas» del siete de noviembre, Kitty Monterrey señaló que «la ciudadanía actuó conforme a su conciencia, la conciencia fue un rechazo total a Ortega».
«Todos estamos conscientes que fue un rechazo total al Frente Sandinista. La abstención fue masiva (…) El que Daniel Ortega diga que ganó con el 75 por ciento no me extraña, hasta acertado está, pero ganó con un 75 por ciento de un 15 por ciento que llegó a votar. Se reduce considerablemente lo que en algún momento fue su base de apoyo. Estamos que apenas cuenta con un 11 por ciento, si acaso, porque muchas personas fueron obligadas», dijo.
Ejemplificó que el abstencionismo de 2016 fue del 72 por ciento que es la oposición que no está afiliada a un partido político, y en esta «farsa electoral», considera que, más bien, «se sumó mucha disidencia sandinista que no está de acuerdo con Ortega. Eso es lo que él perdió».
«Yo creo que (el régimen) está debilitado. Debe haber sido un golpe enorme para su ego el darse cuenta que ni siquiera la base que tenía lo sigue (…) La abstención tuvo que haberlo golpeado», señaló, agregando que las acciones represivas del régimen son «síntomas de debilidad».
Ilegitimidad mundial
Ante el aislamiento mundial al que Ortega está llevando a su régimen y al país, Kitty Monterrey sostuvo que «producto de una farsa electoral no puede haber legitimidad».
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«No le veo una salida en el corto plazo, a menos que exista voluntad política de Daniel Ortega, aunque me duela decirlo de esa manera (…) veremos qué hace él. Tenemos que esperar».
«¿Hasta dónde va a aguantar con el aislamiento a su seudo gobierno, porque no es el presidente electo? No se. Espero que entre alguna sensatez y que pueda haber una salida cívica en el corto plazo», indicó.