Familiares del analista político y exdiplomático nicaragüense Edgard Parrales denunció que la Policía no les recibió las frazadas ni los alimentos. Los oficiales únicamente permitieron pasar agua y suplementos alimenticios necesarios para el preso político, quien enfrenta una «grave condición de salud». El opositor, de 79 años, es acusado «de incitar a la violencia».
Carmen Córdova, esposa de Parrales, recalcó que su marido necesita atención médica especial y condiciones adecuadas para sus padecimientos desarrollados a raíz de una cirugía por cáncer. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) indicó «que los policías solo le recibieron agua y suplemento alimenticio (leche), pero no permitieron pasar una sábana, necesaria para soportar el frío».
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El Ministerio Público realizó el 23 de noviembre una «audiencia secreta» con el propósito de solicitar un período de 90 días para «investigar» a Parrales por supuestamente atentar contra la paz de Nicaragua. El analista se convierte en el rehén de la dictadura Ortega-Murillo con mayor edad.
Parrales fue detenido la tarde del lunes, 22 de noviembre, en las afueras de su vivienda por civiles que se movilizaban en un vehículo Corolla azul oscuro. La detención se dio el mismo día que el exembajador dio entrevista en Canal 10 analizando las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos, Canadá y Reino Unido a operadores de la administración de Daniel Ortega.
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El mediodía del 23 de noviembre, la Policía allanó su vivienda mientras su familia estaba en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) intentando obtener información del caso. La presidenta del Cenidh, Vilma Nuñez, afirmó que la hija y esposa del exdiplomático retornaron a su casa ante la presencia policial para que no entraran por la fuerza.
El actual preso político de Ortega fue un sacerdote diocesano, defensor de la teología de la liberación nicaragüense, ministro de Bienestar Social (1980-1982) y fue uno de los cuatro prelados que el papa Juan Pablo II suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio, junto a Ernesto Cardenal, Fernando Cardenal y Miguel D’Escoto.